Bruselas – La Unión Europea (UE) y Turquía acordaron este lunes iniciar un proceso de consultas para aclarar cómo se está implementando el acuerdo migratorio entre ambas partes de 2016, por el que Ankara debe mantener en su territorio a demandantes de asilo a cambio de 6.000 millones de euros de fondos comunitarios.
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, y el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, serán los encargados de llevar a cabo esa tarea, anunció el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Erdogan visitó Bruselas en medio de críticas a Europa al considerar que no está respaldando lo suficientemente a Turquía en la crisis siria, mientras que la UE había pedido a las autoridades turcas no utilizar la presión migratoria con fines políticos.
Borrell y Çavusoglu trabajarán con sendos equipos «en los próximos días para clarificar la implementación del acuerdo entre Turquía y la UE, para asegurarnos de que estamos en la misma página, que tenemos la misma interpretación sobre lo que hacemos», dijo Michel en una rueda de prensa en la que también participó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pero no Erdogan.
«Tuvimos la ocasión de compartir nuestras diferentes opiniones sobre el acuerdo (…) Intentamos clarificar ciertas posiciones, interpretaciones, comentarios sobre la aplicación de este acuerdo», señaló el político belga.
En particular, dijo que la UE tuvo la oportunidad de «mostrar de qué manera ha puesto en marcha compromisos financieros» con la promesa de movilizar un total de 6.000 millones de euros en apoyo de los refugiados en suelo turco.
También de «explicar la diferencia para la UE entre los medios que son pagados y desembolsados» porque los procesos han concluido y los proyectos han sido realizados, y «los medios que están comprometidos, es decir, que están reservados».
«El acuerdo de 2016 sigue siendo válido y abordamos cómo tener un entendimiento común sobre lo que falta y lo que ya se aplica», dijo por su parte Von der Leyen.
La presidenta de la CE pidió «no siempre luchar sobre cifras y hechos» aunque «la interpretación puede ser diferente», y señaló que Erdogan pidió ese examen realizado por expertos y «tener una base común».
«Hemos expresado al presidente Erdogan muy claramente nuestro compromiso de avanzar en estos asuntos, si esto es recíproco», apuntó.
Las relaciones entre Ankara y Bruselas están tensas desde que, hace diez días, Erdogan se quejó de la falta de respaldo de Bruselas a la presencia turca militar en Idlib y anunció la apertura de las fronteras turcas para permitir que los más de 3,5 millones de refugiados sirios en Turquía se dirigieran a los países de la UE.
Tras el asesinato el 27 de febrero de 33 soldados turcos en la región de Idlib, al noroeste de Siria, los combates entre las milicias rebeldes respaldadas por Ankara y las fuerzas oficiales apoyadas por Rusia se recrudecieron, lo que empeoró la situación humanitaria de los desplazados.
Desde el pasado jueves se impuso un alto el fuego acordado por Erdogan con el presidente ruso, Vladímir Putin, en Idlib, para favorecer el paso de la ayuda a la población.
Michel indicó que abordaron con Erdogan igualmente las cuestiones de seguridad en la región y especialmente el conflicto en Siria, y aseguró que la UE apoya «toda solución política para dar más estabilidad».
El presidente del Consejo Europeo aseguró que la reunión con Erdogan, que sigue a la visita que le realizó la semana pasada en Ankara, supone un «primer paso en la buena dirección» y que prevé, a medida que avance el trabajo técnico que van a emprender, volver a dialogar con presidente turco «en los próximos días».
«Hay trabajo por hacer, para intentar de buena fe y buena voluntad hacer un seguimiento de este acuerdo», concluyó.
Erdogan también se reunió hoy en Bruselas con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a quien pidió la «solidaridad» de los aliados para que sigan contribuyendo a reforzar la seguridad de Turquía ante el conflicto en la vecina Siria.
Stoltenberg garantizó que la Alianza seguirá estudiando qué más puede hacer por Turquía pero, a su vez, le advirtió sobre el flujo de refugiados que se trata de un «reto común que requiere soluciones comunes», a la vez que le instó a «desempeñar su parte a la hora de lograr una solución a largo plazo a la crisis».