Tegucigalpa.- Organizaciones civiles con el apoyo de Suecia y la Unión Europea (UE) lanzaron este miércoles en Tegucigalpa la campaña «Caminemos juntas madre Tierra», como parte del proyecto «Construyendo ciudadanía y empoderamiento integral para la mujer lenca y garífuna de Honduras».

La campaña es liderada por mujeres de las etnias lenca, que habita en el occidente de Honduras, y garífuna (negra), asentada en su mayoría en la región caribeña del país, que están construyendo comunidad y han decidido alzar su voz para exigir el respeto a la vida, posicionando sus derechos.

«En Honduras el 43 % estamos en extrema pobreza, el 70 % en pobreza y, si uno busca, las mujeres no son las dueñas de la tierra», enfatizó la coordinadora del Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina (CODIMCA), Yasmín López.

Agregó que aunque las mujeres no tienen tierras, «nos las ingeniamos para finalmente tener comida en la mesa, para hacer posible la soberanía alimentaria».

López indicó que las mujeres no le apuestan a cualquier producción, sino a «una estrategia agroecológica porque para nosotras es importante defender nuestro territorio, y nuestro territorio es nuestro cuerpo».

«Primero defiendo mi cuerpo, sano, saludable, para después defender el territorio, el agua y los bienes comunes de la naturaleza para construir la casa común», dijo la coordinadora del CODIMCA, organismo creado en 1985 y que opera en 8 de los 18 departamentos de Honduras.

El proyecto de comunicación a favor de las mujeres recoge las experiencias de 12 municipios en 5 departamentos de Honduras: Lempira, Intibucá y Santa Bárbara, en el occidente del país, y Atlántida y Colón, en el Caribe, en los que CODIMCA tiene influencia.

La campaña tiene como objetivo contribuir al desarrollo sostenible, la participación ciudadana y acceso a los recursos productivos de los pueblos indígenas y afrohondureños, particularmente de las mujeres y jóvenes.

Además, es una herramienta para la incidencia, ya que en cada uno de sus productos se plasma el contenido político de las demandas de las mujeres campesinas frente a problemáticas como la migración, la violencia, el extractivismo, la falta de acceso a la tierra y recursos económicos, lo mismo que a una salud integral, educación y el agua.

López señaló que para superar la pobreza las mujeres hondureñas enfrentan retos como la desigualdad basada en la discriminación de género, origen étnico y edad, lo que les excluye de la distribución, uso y el control de los recursos productivos como la tierra, la financiación o la formación de capacidades para la autonomía económica.

La campaña «será de gran beneficio para las mujeres indígenas y garífunas, ya que estamos en un proceso con las organizaciones que nos han estado apoyando (…) para que las mujeres puedan entender que ellas pueden aprender y conocer sus derechos, ya que en algunos sectores como sociedad están marginadas», dijo a Efe Hortensia Robinson, de la caribeña aldea de San Esteban.

Robinson, una madre soltera de cuatro hijos, todos ya mayores de edad, coordina en San Esteban, departamento de Colón, un grupo de mujeres que trabajan en la recolección y reciclaje de la basura.

Además, promueve programas orientados al bienestar económico de las mujeres, las que en su comunidad por lo general se dedican a la venta de pan de coco y una tortilla a base de yuca conocida como casabe, alimento básico en los pueblos garífunas de Honduras.

Robinson, quien es fiscal de CODIMCA a nivel nacional, también se proyecta con las mujeres de su comunidad a través de la alcaldía, con gestiones de programas sociales.

La directiva del CODIMCA señaló que una de las necesidades prioritarias de San Esteban es la construcción de un puente, ya que cuando llueve mucho sus pobladores no pueden sacar sus pocos productos para comercializarlos, ni la basura reciclada. De hecho quedan incomunicados por vía terrestre.