Buenos Aires – ¿Qué tienen en común Diego Maradona, Jorge Valdano, César Luis Menotti, Carlos Bilardo, Gabriel Batistuta y Javier Mascherano? Todos ellos, y decenas de otros jugadores y exjugadores, participaron de «Bibliotecas Futboleras», un proyecto que busca fomentar la lectura en los más chicos.
La iniciativa la tuvo el escritor y licenciado en letras Ignacio Irigoyen, quien, en diálogo con Efe, reveló que lleva inauguradas, desde 2016, alrededor de medio centenar de bibliotecas en las escuelas primarias de exitosos futbolistas.
«Venía trabajando hace mucho tiempo en forma voluntaria fundando bibliotecas en zonas rurales. Entonces se me ocurrió desarrollar algo más orientado temáticamente porque veía que los chicos, a pesar del trabajo que uno hacía, leían menos», explicó.
Irigoyen se contactó entonces con reconocidos futbolistas y exfutbolistas para proponerles fundar bibliotecas que lleven sus nombres en el colegio al los que asistieron.
«Tratamos de que sean jugadores de una cierta relevancia para que puedan tener ascendencia sobre los chicos. Ellos lo tomaron con sorpresa, con alegría y con emoción, porque se sentían reconocidos desde otro lugar y no solamente desde el fútbol», señaló.
La gran mayoría de los deportistas estuvieron presentes en la inauguración de sus bibliotecas.
Los futbolistas se convierten así en «referentes» y «promotores de la lectura» para los más chicos.
«Cada vez que el jugador ve a un chico en la escuela se ve reflejado en él, entonces son situaciones muy emotivas, todos están muy contentos. La mayoría trata de ir, de estar personalmente. Los que no pueden lo lamentan pero están con un Skype», afirmó.
Irigoyen puso como ejemplo a Mascherano, quien no pudo asistir a la inauguración pero «se pasó una hora conectado hablando con los chicos» a través de Skype durante una concentración del seleccionado argentino.
Cada biblioteca tiene alrededor de 200 libros divididos en tres secciones: material preescolar, literatura infantil y obras sobre fútbol.
«El material sobre fútbol tiene distintas variables: biografías de clubes, de jugadores, de la historia de la Copa Libertadores y cuentos sobre fútbol, por ejemplo. También hay ensayos y libros sobre la violencia en el fútbol, de qué manera se puede prevenir», añadió Irigoyen.
El escritor explicó que el proyecto tiene dos objetivos. El primero es fomentar la lectura y el segundo es «pacificar» el fútbol.
«Que los chicos traten de comprender que sin un oponente no hay partido. Esa es una frase que siempre les decimos. La idea es que necesitamos del oponente para que haya un partido, sin un contrario no hay fútbol. Entonces esta idea de eliminar al contrario se cae en ese momento porque entonces no hay fútbol», explicó.
Las bibliotecas tienen una financiación muy diversa. «Depende de cada caso en particular. A veces puede colaborar el jugador, a veces nos contrata un gobierno provincial, a veces un gobierno municipal, a veces puede financiarla una empresa, depende. Cada situación es particular», señaló Irigoyen.
En pocos días se inaugurará la primera «Biblioteca Futbolera» en Asunción, Paraguay, en la escuela de José ‘Pipino’ Cuevas, y también se instalará una en Medellín, Colombia, en la escuela de Sebastián Pérez.
«Ya tengo la marca registrada en 20 países. Voy a desarrollar el inicio del proyecto en esos país porque la problemática es la misma en todos los países. También vamos a poner en red a todas las bibliotecas de los 20 países a través de una plataforma virtual», explicó Irigoyen.
El escritor fue invitado en mayo de este año por el Ministerio de Cultura y Educación de España a la Feria del Libro de ese país para exponer como creador del proyecto.
«España va a ser uno de los países donde más vamos a trabajar y donde mejor vamos a trabajar. España, México, Brasil y en Francia también. En Francia están muy preocupados por la falta de lectura de los chicos. Hay toda una preocupación misma del Estado. Vamos a poder hacer muchas cosas», se ilusionó.
Jonatan Maidana, Hugo Tocalli, Mariano Andujar, Gerónimo Rulli, Nahuel Guzmán, Matías, Almeyda, Franco Armani, Eduardo Berizzo, Daniel Passarella, Héctor Enrique, Amadeo Carrizo, Carlos Tapia, Marcos Rojo, Ricardo Bochini, Ubaldo Fillol, Pablo Zabaleta, José Luis Brown, Nery Pumpido y Jorge Burruchaga son solo otros de los muchos jugadores que ya inauguraron bibliotecas en sus escuelas.
Cuando se le pregunta a Irigoyen sobre qué otra biblioteca le gustaría gestionar, la respuesta no sorprende: «Me gustaría hacer la de (Lionel) Messi».