Redacción Ciencia – Las científicas que trabajan en un proyecto de investigación tienen un 13 % menos de probabilidades de aparecer como autoras en artículos científicos relacionados con ellas en comparación con sus colegas hombres, indica un estudio que publica hoy Nature.
El menor reconocimiento a las mujeres en la ciencia no es un problema nuevo, entre los muchos ejemplos el de la química británica Rosalind Frankin, que hizo aportaciones fundamentales para el descubrimiento de la estructura el ADN, pero que no le fueron reconocidas.
Un nuevo estudio de las universidades de Nueva York y Ohio (EE.UU) profundiza en la atribución de autorías, para lo que usaron un amplio conjunto de datos sobre quiénes participaban en diversos proyectos de investigación y se vincularon a patentes y artículos publicados en revistas científicas.
El objetivo era ver qué personas que trabajaron en proyectos individuales recibieron créditos en las patentes y revistas y quiénes no.
«Existe una clara brecha entre la tasa de nombramiento de mujeres y hombres como coautores en las publicaciones», afirmó Julia Lane, coautora del estudio de la Universidad de Nueva York, quien agregó que «la brecha es fuerte, persistente e independiente del campo de investigación».
El estudio también señala que las mujeres “tenían un 59% menos de probabilidades que los hombres de ser nombradas en patentes relacionadas con proyectos en los que ambos trabajaban», agregó el también autor Bruce Weinberg de la Universidad Estatal de Ohio.
Los datos administrativos usados para el estudio procedían del conjunto de datos UMETRICS, que contenía información detallada sobre los proyectos de investigación patrocinados para 52 colegios y universidades desde 2013 hasta 2016.
Incluían información sobre 128.859 personas que trabajaban en 9.778 equipos de investigación, incluidos miembros del profesorado, estudiantes de posgrado, investigadores posdoctorales, personal de investigación y estudiantes universitarios.
El estudio señala que en todos los niveles de puestos las mujeres tenían menos probabilidades que los hombres de obtener créditos y era “especialmente evidente” en las primeras etapas de su carreras.
Así, solo 15 de cada 100 estudiantes graduadas fueron nombradas como autoras en un documento, en comparación con 21 de cada 100 estudiantes graduados.
De igual manera, las mujeres tenían menos probabilidades de obtener créditos de autoría en todos los campos científicos, desde aquellos en los que son mayoría, como la salud, hasta aquellos en los que son minoría, como la ingeniería.
Los resultados mostraron que las mujeres tenían incluso menos probabilidades de figurar como autoras en lo que los científicos consideran artículos de «alto impacto».
Los resultados se vieron respaldados por una encuesta realizada a más de 2.400 científicos en la que se constató que un 43 % de las mujeres declaraban haber sido excluidas de la autoría de los artículos científicos en los que estaban frente a un 38 % de los hombres.
Además, eran más propensas que los hombres a decir que los demás subestiman sus contribuciones y que se enfrentan a la discriminación, los estereotipos y los prejuicios.
El estudio indicó que una de las entrevistadas dijo que ser mujer significa que “muy a menudo contribuyes de una manera u otra a la ciencia, pero a menos que grites o hagas un punto fuerte, nuestras contribuciones suelen ser subestimadas».