Exterior de una farmacia en Oakland, California, EEUU. EFE/EPA/John G. Mabanglo/Archivo

Atlanta (GA) – Las comunidades latinas y afroamericanas en las 30 ciudades más pobladas del país tienen menos farmacias que los barrios blancos o diversos, según un nuevo estudio que sugiere que esta situación puede ser un factor que contribuye a las disparidades raciales y étnicas en el acceso a la salud.

La investigación, que fue publicada en la edición de mayo de la revista «Health Affairs», descubrió que estas disparidades fueron más pronunciadas en Los Ángeles, Chicago, Baltimore, Filadelfia; Milwaukee, Dallas, Boston y Albuquerque.

«Lo que encontramos fue que en todas las ciudades los vecindarios latinos y afroamericanos tienen el peor acceso a las farmacias», explicó a Efe Jenny Guadamuz, doctora en farmacoepidemiología de la Universidad del Sur de California (USC), en Los Ángeles, y una de las principales autoras del estudio.

De acuerdo con la investigadora de origen nicaragüense, el acceso limitado a las farmacias en estas comunidades tiene «un impacto desproporcionado» en las minorías raciales y étnicas, pues se estima que 8,3 millones de residentes negros y latinos de estas 30 ciudades viven en los llamados «desiertos de farmacias».

El estudio también reveló que los vecindarios afroamericanos e hispanos tenían más probabilidades de experimentar cierres de farmacias en comparación con otros barrios porque en la mayoría de los casos se trataba de negocios independientes, que no estaban afiliados a cadenas nacionales, dijo Guadamuz.

«Nuestros hallazgos sugieren que los esfuerzos para aumentar el acceso a medicamentos y servicios de atención médica esenciales, incluso en respuesta a la covid-19, deben considerar políticas que garanticen la accesibilidad equitativa a las farmacias en los vecindarios de las ciudades de EE. UU», indica la investigación.

Dima Mazen Qato, profesora asociada de la Facultad de Farmacia de la USC y la otra autora principal del estudio, explicó que la investigación se enfocó en las ciudades debido a la «segregación racial-étnica y al hecho de que más del 80 % de la población negra y latina en los Estados Unidos vive en ciudades».

«Nuestros hallazgos sugieren que abordar las disparidades en el acceso geográfico a las farmacias, incluidos los cierres de farmacias, es imperativo para mejorar el acceso a medicamentos esenciales y otros servicios de atención médica en vecindarios minoritarios segregados», agregó Qato en el sitio web de la Facultad de Farmacia de USC.