Tegucigalpa – El director ejecutivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Armando Urtecho dijo que no existen beneficios sobre el tratado entre Honduras y China “porque no se ha suscrito”.
Acentuó que “las condiciones que está pidiendo China no pueden ser aceptadas por el gobierno, como no pueden ser aceptadas por el sector privado”.
Urtecho anunció que presentarán un informe a la junta directiva del Cohep para desglosar lo que pasado en las cinco rondas de reuniones entre Honduras y China. “Ahí el sector privado tomará una decisión, pero en este momento las condiciones para firmar un tratado con China no son buenas ni valederas para Honduras.
Recordó que la iniciativa privada siempre dijo que estaba bien que se firmara un tratado con China porque ya existía comercio con el gigante asiático desde hacía varios años.
Criticó que se derogó el tratado con Taiwán sin antes haber negociado uno con China.
La apuesta de Honduras a seguir a China en su proyecto estratégico de la Iniciativa de la Franja y Ruta de la seda, comprometida en la firma de un Memorándum de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés), representa un riesgo desde el ambiental, así como en términos de la deuda, ademas de la opacidad que caracteriza a los proyectos impulsados por Pekín.
Honduras se comprometió en la firma del MOU, por sus siglas en inglés, durante el marco de la visita de la presidenta Xiomara Castro a China en junio del 2023 a participar en la construcción de la Iniciativa de la Franja y Ruta, su principal proyecto de cara a su vinculación con las demás naciones, especialmente en África, Asia y Latinoamérica, así como algunas del Europa.
La principal apuesta china son los proyectos de infraestructura como ser la construcción de carreteras, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones y energía, pero la condicionalidad es que todos sirvan para conectar con el gigante asiático o para impulsar el comercio bilateral. La mayoría de estos proyectos son de “doble uso”.
Y es que la Casa Blanca y el Pentágono han advertido de que China impulsa proyectos de infraestructura con doble uso, civil y militar, en Centroamérica.