Los Ángeles – Las detenciones de migrantes realizadas en abril en la frontera suroeste de Estados Unidos aumentaron un 10 % respecto a marzo, pero registraron un descenso en los últimos días tras el fin del Título 42, que permitía las expulsiones expeditas, informó este miércoles la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

El mes pasado las autoridades fronterizas detuvieron a lo largo de la frontera a 211.401 extranjeros, un 10 % más que los 191.956 de marzo.

Más de dos tercios (67 %) de todas las detenciones en la frontera terrestre del suroeste correspondieron a adultos que iban solos, con 140. 678, un aumento del 5 % en comparación con marzo.

En un comunicado, la CBP dijo que el aumento registrado en las detenciones en abril “es típico”.

Sin embargo, la agencia resaltó que la cifra de detenciones de abril de 2023 disminuyó un 11 % si se compara con el mismo mes de 2022.

El comisionado interino de CBP, Troy A. Miller, destacó en un comunicado que en abril la agencia había “aumentado los recursos, la tecnología y el personal para manejar de manera segura” el fin de la implementación del Título 42, que permitía las expulsiones expeditas por razones sanitarias.

En abril, 74.027 migrantes (35 % del total de detenidos) fueron procesados para expulsión bajo el Título 42, medida que dejó de implementarse el jueves pasado.

Desde el pasado 11 de mayo los cruces irregulares en la frontera se han reducido, según dijo hoy el subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Núñez-Neto, en una llamada telefónica en la que informó que las autoridades fronterizas han registrado una disminución del número de cruces de migrantes de más del 56 % desde finales de la semana pasada, lo que supone una media de 4.400 intercepciones cada día.

Durante las últimas dos jornadas, de hecho, las detenciones han sido menos de 4.000 cada día. Antes de que dejara de aplicarse el Título 42, los agentes registraban una media de 10.000 detenciones diariamente.

La mayoría de los migrantes interceptados provienen de México, Colombia y Guatemala.