México – México recibió 23.899,5 millones de dólares de sus ciudadanos residentes en el extranjero en los primeros ocho meses del año, un aumento del 8,70 % respecto al mismo periodo de 2018, informó este lunes el banco central.
En el periodo enero-agosto, la remesa promedio fue de 326 dólares, superior a los 321 dólares del mismo lapso de 2018, y el número de operaciones pasó de 68,6 millones a 73,20 millones, la mayoría de ellas transferencias electrónicas, indicó el Banco de México.
En agosto, México recibió 3.374,6 millones de dólares, una cifra inferior respecto a los 2.883 millones de dólares del mismo mes de 2018 y a los 3.270,3 millones del mes anterior.
México recibió en 2018 un total de 33.677 millones de dólares de sus ciudadanos residentes en el extranjero, y en 2017 las remesas sumaron 30.291 millones de dólares.
Las remesas, que proceden principalmente de los emigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, representan la segunda fuente de divisas de México después de las exportaciones automotrices, y constituyen un importante ingreso para millones de personas.
En 1995, el primer año del que ofrece resultados el Banco de México, las remesas fueron de 3.672 millones de dólares (ajustado al cambio actual).
El Gobierno de México, presidido por Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado en múltiples ocasiones que tiene un plan para garantizar los derechos y la protección a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, donde 48 % son indocumentados.
El mandatario mexicano ha recordado en muchas ocasiones la importancia de las remesas para centenares de miles de familias en México.
El pasado domingo el político izquierdista dedicó un aplauso durante la presentación de su primer informe de Gobierno a los migrantes mexicanos, que calificó de «héroes vivientes», unas sentidas palabras porque gracias a las remesas ayudan mucho a la economía popular.
El líder del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) planteó dar a conocer «los bancos que cobraron menos y los que cobraron más» por el envío de remesas en la próxima convención bancaria, que normalmente se celebra en marzo.