Roma.- Las «sardinas» italianas, un movimiento juvenil que nació hace un mes en Bolonia para protestar contra las políticas de ultraderecha, celebraron hoy en Roma su primera reunión nacional y pidieron eliminar el decreto antiinmigración del exministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini.

Después de celebrar el sábado una multitudinaria concentración en la capital italiana, a la que asistieron más de 40.000 personas según cifras de la Policía y 100.000 según los organizadores, los responsables del movimiento se reunieron hoy en un edificio ocupado para debatir y elaborar un documento programático de seis puntos.

Las «sardinas», como se hacen llamar, piden en este plan la eliminación del decreto que endurece las políticas contra la inmigración ilegal que está en vigor en el país y que impulsó Salvini cuando era ministro del Interior en el Gobierno junto con el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S).

También exigen que «las figuras políticas elegidas en las urnas vayan a las oficinas institucionales a trabajar», que se comuniquen «solo a través de canales institucionales», que haya «transparencia en el uso que la política hace de las redes sociales», que «quede excluida la violencia verbal» y que los medios de comunicación reflejen sus mensajes con fidelidad a los hechos.

En la reunión ha participado Mattia Santori, de 32 años, uno de los impulsores de este movimiento -que no está organizado- y ha subrayado en declaraciones a los medios que no se presentarán a las elecciones regionales de Emilia-Romaña (centro) del próximo 26 de enero.

«El primer objetivo es regresar a las plazas lo antes posible», ha subrayado.

La activista Grazia De Sario también ha avanzado que en estas regionales «no habrá partidos ni listas cívicas» que representen a las «sardinas», porque la intención del movimiento es ser un intermediario entre la política y la sociedad civil.

«Seguiremos llenando las plazas y lanzando un mensaje contra el fascismo, el racismo, la violencia verbal y para frenar a Matteo Salvini», afirmó.

Las «sardinas» se manifestaron por primera vez el 14 de noviembre en Bolonia y desde entonces la corriente se ha extendido por diversas ciudades italianas, con el objetivo de sumar a personas de todas las edades que comparten su rechazo a la ultraderecha.

En enero se celebrarán las elecciones de Emilia-Romaña, donde la candidata propuesta por la Liga, Lucia Borgonzoni, trata de superar al actual presidente regional, Stefano Bonaccini, del Partido Demócrata (PD, centroizquierda).

Matteo Salvini aprovechará estos comicios para medir sus fuerzas, ahora que se encuentra en la oposición tras romper la alianza de Gobierno con el antisistema M5S, que ahora gobierna en coalición con el Partido Demócrata (PD, centroizquierda).