Los Ángeles – Los latinos deben estar agradecidos con Estados Unidos, país que les ha «abierto sus puertas», a pesar de que el presidente Donald Trump los trate como «piñata política», aseguran latinos de Los Ángeles que adelantan que celebrarán el Día de Acción de Gracias con alegría.
Este año, marcado nuevamente por la retórica antiinmigrante del presidente Donald Trump, la comunidad hispana en Estados Unidos tiene «mucho que agradecer», dice a Efe Salvador Sanabria, director ejecutivo de la organización angelina El Rescate.
Más allá de disputas políticas, Sanabria cree que este jueves miles de latinos deben agradecer el haber «escapado» de situaciones «horrendas» y que desde hace años Estados Unidos les ofrece una «nueva vida» como inmigrantes.
Y han adoptado como propia esta festividad los hispanos, el mayor grupo minoritario del país, con cerca del 18 % de los 329 millones de habitantes del país, y entre los latinos destacan en número los mexicanos.
Un personaje emblemático entre los originarios de México de Los Ángeles es «el taquero» Juan Torres, propietario del camión de alimentos «Tacos Oaxaca».
El experto en tortillas dobladas con guisos cerrará el negocio este jueves para cenar «un pavito adobado, relleno de verduras, bien cocinadito» junto a sus seres queridos.
«Yo estoy agradecido con los Estados Unidos por las oportunidades que nos ha dado y hemos creado un negocio (…) para el sustento de la familia», explica Torres a Efe.
La condición de inmigrantes la comparten los hispanos con los peregrinos llegados del otro lado del Atlántico y que por primera vez celebraron «Thanksgiving», que literalmente significa «compartir en agradecimiento», en 1621 con comunidades nativas de América en Plymouth, en el estado de Massachusetts.
En este sentido, Sanabria declaró «estar eternamente agradecido» con muchos anglosajones y mexicoestadounidenses que apoyaron el derecho al asilo para personas en peligro cuando él llegó al país hace ya varios lustros.
El director de este grupo de ayuda a los migrantes recordó que en la década de 1980 en Centroamérica surgieron «caravanas de inmigrantes como las de hoy» hacia EE.UU., a raíz de conflictos armados en Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
A diferencia de los peregrinos que escaparon de Europa, los que emigran hoy de Centroamérica lo hacen por «miedo» de ser asesinados por pandilleros y criminales o en busca de una vida mejor para ellos y sus familias.
Es «la historia de los inmigrantes modernos que han venido dejando sus tierras de origen», considera Sanabria.
Por ello, cada cuarto jueves de noviembre, día en el que se celebra Acción de Gracias, es el «momento de hacer esa reflexión», recuerda el exrefugiado.
«Y dar las gracias con lo más cercano que tenemos, que es la familia», destaca sobre una fiesta que une a personas de cualquier religión, condición social y económica y origen geográfico, racial o étnico.
Coincide con él Torres, que diferencia entre los estadounidenses que comen tacos al pastor o carne asada «todos los días» en su «lonchera» y políticos como el presidente Donald Trump por impulsar políticas para combatir la inmigración indocumentada.
El empresario, quien migró en 1987 «sin papeles, sin dinero, y sólo con el sueño de progresar para proveer un nivel de vida digno» a su familia, instó a sus paisanos a «ser agradecidos con EE.UU.».
En la urbe angelina entre los restaurantes representativos de los centroamericanos están las «pupuserías» salvadoreñas.
«Con Sabor», es uno de esos establecimientos y fue fundado por Carlos Rodríguez, quien hace 30 años emigró de su natal El Salvador.
«Yo doy gracias a Estados Unidos, porque aquí vine a encontrar las oportunidades que en mi país no se presentaron», dice a Efe Rodríguez.
Los hispanos, «en la medida que hemos ido asimilando la sociedad norteamericana, hemos ido adoptando las celebraciones y una de ellas es el día de acción de gracias», asevera.
Con la fiesta nacional «nos identificamos, porque hay que dar gracias, porque esta tierra nos ha abierto sus puertas», opina.