Houston (EEUU).- Una delegación de congresistas demócratas señaló este sábado en la ciudad de El Paso, en Texas (EE.UU.), que no existe una crisis en la frontera con México y mas bien hay «un desafío humanitario».
La crisis que se pretende hacer creer a la población que existe, con «peligro de ataque al país no es tal, y por el contrario se trata más bien de un desafío humanitario y una crisis en ciertos aspectos, y afrontarla es importante para definir qué clase de nación somos», indicó Steny Hoyer en conferencia de prensa.
El representante por Maryland fue uno de los congresistas que este sábado realizaron una «visita de inspección» a la ciudad fronteriza de El Paso, previa a la llegada del presidente estadounidense Donald Trump prevista para el próximo lunes.
Las palabras de Hoyer responden a la afirmación que vertió el presidente de EEUU, Donald Trump, durante su discurso sobre el Estado de la Unión, cuando dijo que El Paso tenía unas tasas de violencia «extremadamente altas» antes de que se construyera allí un muro en 2008.
Esa localidad, vecina de la mexicana Ciudad Juárez, nunca ha estado entre las más peligrosas del país y la década pasada era de las urbes más seguras comparada con otras de su tamaño, según señalaron varios medios nacionales.
Hoyer, que estuvo acompañado de las legisladoras Verónica Escobar, Xochitl Torres Small y Deb Haaland, quienes se han estrenado como congresistas en la actual legislatura, y por Mary Gay Scanlon, dijo que se necesitan estrategias efectivas para detener el flujo de migrantes provenientes de Centroamérica.
«No somos un país que separa a niños de sus padres. Somos una nación que quiere resguardar sus fronteras, pero también ofrecemos refugio a los migrantes que se encuentran en peligro», agregó Hoyer.
Por su parte, Scanlon señaló que la delegación visitó un albergue de migrantes donde conversaron con al menos una madre que fue separada de sus hijas cuando cruzaba la frontera.
«Le dijo a sus pequeñas que debían separarse porque ella tenía que trabajar. Tuvieron que pasar cuatro meses para verlas nuevamente. La comunidad inmigrante merece respeto y un trato digno», demandó.
Para Haaland, la visita de hoy sirve para corroborar que la retórica del presidente sobre la violencia en El Paso no existe y, por tanto, en lugar de un muro se debería «utilizar infraestructura con tecnología» para resguardar la frontera.
Escobar señaló que la complejidad de una frontera, donde «dos naciones se tocan», ha sido blanco de un mensaje presidencial tóxico que ha humillado a los que viven en este lado del país.
«Un muro no detendrá a los migrantes centroamericanos que huyen de la violencia y el hambre», destacó Escobar.