Los Ángeles – Una de las transformaciones más singulares del cine en los últimos años es la tardía conversión en una estrella de la acción de Liam Neeson, que ahora presenta el thriller fronterizo «The Marksman» y que no se cortó a la hora de atacar las ideas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Las políticas de Trump en la frontera han sido una abominación», aseguró el veterano actor a Efe.
Tras éxitos de la adrenalina como «Taken» (2008) o «Unknown» (2011), Neeson continúa con la escopeta al hombro y con ansias de justiciero en solitario en «The Marksman», película de Robert Lorenz («Trouble with the Curve», 2012) que se estrena el viernes en EE.UU. y en la que aparecen los actores latinos Juan Pablo Raba, Teresa Ruiz y Jacob Pérez.
«The Marksman», con un evidente aroma «eastwoodiano», presenta a Neeson como un ranchero en Arizona que lleva una vida tranquila, ya con su experiencia en la guerra de Vietnam muy lejos y con muy poco interés por lo que sucede al otro lado de la frontera.
Pero su situación cambia por completo cuando se encuentra con Rosa (Ruiz) y su hijo Miguel (Pérez), que han cruzado a EE.UU. huyendo de la violencia y de un letal criminal (Raba), y a los que tratará de ayudar para huir del peligro.
Pregunta: En los últimos años se ha convertido en un experto del cine de acción. Cuando leyó el guion de «The Marksman», ¿qué encontró diferente respecto a otras películas del género?
Respuesta: Bueno, creo que el tema en cuestión de la película es muy de actualidad con todos los horrores que han estado sucediendo en la frontera con México en los últimos tres o cuatro años. Soy embajador de buena voluntad de UNICEF y la historia me conmovió en ese sentido.
Sentí que esta es una cinta que es clarividente y que también va sobre dos personas que serían solo estadísticas, pero que son de carne y hueso, que son seres humanos con corazón y ambiciones.
La madre tiene un compromiso con su hijo, y están intentando escapar de la violencia extrema en su propio país, en su propio pueblo.
En cuanto a mi personaje, es muy reservado.
Pensé que era algo así como una historia de amor y me atrajo mucho. Creí que estaba hermosamente escrita. Es parte wéstern y también parte «road-movie» (película de carretera). No tuve que pensarlo nada tras leerla. Pensé: «Sí, realmente debo hacer esto».
Y me recordó a algunas de las películas de Clint Eastwood de principios de los años 80.
P: Ha sido un gran crítico del presidente estadounidense, Donald Trump. ¿Qué espera de las políticas de Joe Biden en cuanto a inmigración y la frontera?
R: Las personas tienen que ser tratadas como seres humanos.
No me quiero meter en todo un rollo político, pero creo que las políticas «trumpistas» en los últimos tres años han sido una abominación.
Hay todavía 495 niños que faltan y que están separados de sus padres (la Unión Americana de Libertades Civiles ACLU dijo en octubre que eran 545 los menores que todavía no se habían reunido con sus familias).
Es simplemente abrumador. Es inhumanidad.
P: Ha colaborado con muchos actores latinos en esta película. Uno de ellos es el colombiano Juan Pablo Raba. ¿Cómo fue trabajar con él y medirse a él en esta cinta?
R: Oh, me encanta Juan Pablo… Nos convertimos en buenos colegas.
¿Sabes? Le dio al villano (de la película) estas otras capas y estos otros niveles que yo no había visto cuando leí el guion.
No quiero destripar nada de la cinta, pero tenemos un enfrentamiento hacia el final. Y cuando vi la película, le encontré muy conmovedor.
Pensé que este tipo (el personaje de Raba) había entrado en las pandillas cuando tenía la edad de Miguel, unos 10 u 11 años. Esta es la única vida que ha conocido: no tuvo elección.
Cuando Juan Pablo dice eso realmente me puso lágrimas en los ojos, de verdad. Especialmente cuando hicimos esa escena éramos solo dos hombres que eran soldados, en puntos opuestos respecto al otro, en lados opuestos, pero había respeto ahí.
Y Juan Pablo es tan buen actor que fue capaz de poner esas capas en el personaje: no fue simplemente un villano.