Tucson (EEUU) – La inmigrante transgénero de Honduras Nicole García Aguilar fue liberada de un centro de detención de Nuevo México, en donde permaneció seis meses a pesar de haber obtenido asilo, dijeron este viernes a Efe abogados de ACLU.
Representantes
de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) en Nuevo
México confirmaron a Efe que García Aguilar fue liberada de un centro de
detenciones de indocumentados del Condado de Cibola la noche del
miércoles y que sus representantes legales estudian ahora los siguientes
pasos que tomaran.
La
puesta en libertad se da casi una semana después de que ACLU y el
Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NIJC, en inglés)
presentaran un recurso legal en el que denunciaron la prolongada
detención «ilegal» de García Aguilar por parte de la Oficina de
Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Nuevo México.
La
inmigrante salió de su Honduras natal en abril de 2018 tras sufrir
violencia y persecución por identificarse como una mujer transgénero.
Según
documentos presentados a las autoridades migratorias, García Aguilar
declaró haber sido violada, sufrir un intento de asesinato y ser víctima
de múltiples amenazas de muerte en su país.
Agregó
que en Honduras la policía local le dijo que la violencia en su contra
se debía «a la forma como se veía» y que el acoso no pararía hasta que
ella estuviera muerta.
La
inmigrante transgénero llegó hasta la frontera de Arizona, donde
solicitó asilo en el puerto de entrada de Nogales, y fue transferida a
un centro de detención del condado Cibola, en Nuevo México.
En
ese centro un juez de inmigración le concedió asilo el pasado 9 de
octubre, pero ICE apeló la decisión y García Aguilar debió permanecer
detenida y además transferida a una unidad de hombres.
Después de unas semanas en ese lugar, fue puesta en confinamiento solitario donde paso cerca de tres meses, de acuerdo a ACLU.
«Es
más que cruel que ICE continúe deteniendo a una mujer a quien un juez
federal ya le otorgó el asilo», dijo en rueda de prensa la semana pasada
Kristin Greer Love, abogada de ACLU en Nuevo México.
Esta
misma semana, varias organizaciones locales enviaron una carta al
Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EEUU para que se investiguen
presuntos casos de violaciones de derechos y libertades civiles, así
como el inadecuado servicio médico, en el centro de detención del
Condado de Cibola.
Este
centro acaparó la atención nacional cuando en mayo de 2018 murió al
interior de las instalaciones la migrante hondureña trasgénero Roxsana
Hernández, de 33 años de edad.
La
Oficina del Investigador Médico de Nuevo México indicó la pasada semana
que la muerte de Hernández se debió a complicaciones de la enfermedad
de Castleman, un raro trastorno del sistema inmunológico debido al
padecimiento de sida.