Trípoli.– Las autoridades del este del Libia deportaron a otros 45 egipcios durante una semana en la que intensificaron las «campañas de detenciones» contra migrantes, informó la Agencia para Combatir la Inmigración Ilegal.
Esta última expulsión se realizó «en cumplimiento de las instrucciones del responsable de la Agencia (de la región oriental), Nouri al Saadi, para intensificar las campañas diarias, detener a los inmigrantes irregulares y deportarlos lo antes posible», explicó la entidad.
La sección de Bengasi expulsó esta semana a más de 113 migrantes de nacionalidad egipcia, «entre ellos 40 con enfermedades infecciosas» como la hepatitis, detalló la Agencia en otro comunicado.
En Al Bayda, noroeste de Libia, las autoridades trasladaron a 52 migrantes de nacionalidad egipcia al cruce terrestre de Imsaed, para ser expulsados al país vecino.
Según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), el número de inmigrantes en Libia ha aumentado desde septiembre de 2023, principalmente procedentes de Egipto, Níger y Sudán.
Libia es además país de tránsito y principal punto de partida en la ruta migratoria del Mediterráneo Central, de modo que de allí salieron 11.701 personas de las 21.398 que desembarcaron en Italia desde principio de año, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) con datos a fecha del 2 de junio.
Italia ha impulsado la coordinación con los países del Norte de África para contener la llegada de migrantes a sus costas, que en estos primeros meses del año descendió un 58% en comparación con el mismo periodo del año pasado, en datos de ACNUR.
Guardacostas libios interceptaron en lo que va de año embarcaciones con más de 7.000 personas que fueron devueltas al país norteafricano, considerado «no seguro» y en cuyos centros de detención controlados por milicias se cometen «violaciones» de derechos humanos, denucian las organizaciones humanitarias. EFE