El senador estadounidense Mitch McConell (c) habla durante una rueda de prensa en el Capitolio, en Washington (DC, EE.UU.). EFE/Shawn Thew/Archivo

Washington – Los líderes republicanos en el Congreso anunciaron este lunes el comienzo de negociaciones con la Administración del presidente Donald Trump para un nuevo paquete de alivio, que se espera ronde el billón de dólares, con el que suavizar el impacto económico de la pandemia, cuando el país registra una media de 71.000 nuevos casos diarios.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConell, y el de la minoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se reunieron en la Casa Blanca con Trump, el vicepresidente, Mike Pence, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

McConnell anticipó que están discutiendo la inclusión de una «protección de responsabilidad» para escuelas, empresas y otras instituciones en la propuesta del Senado.

«No necesitamos una epidemia de demandas después de la pandemia con la que ya estamos luchando», afirmó el líder del Senado, al detallar que desde mañana comenzarán el proceso de divulgación de su propuesta.

McCarthy se refirió a uno de los puntos álgidos de la iniciativa sobre la no extensión del beneficio de desempleo para millones de estadounidenses que perdieron su puesto durante la pandemia (de 600 dólares semanales), ya que consideran que desalienta a algunos a regresar al trabajo.

«No creemos que se deba gastar ningún dinero federal que desincentive a trabajar», dijo tras defender que buscan promover un regreso seguro de niños, maestros y pequeñas empresas.

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, en una entrevista el domingo con la cadena Fox News, había anticipado que las conversaciones comenzarán «en serio» a partir de hoy y que durante el encuentro se afinará el paquete de estímulo del Senado, después de que la Cámara Baja, dominada por la oposición demócrata, ya aprobara el pasado 15 de mayo una iniciativa.

A dicho paquete, por valor de 3 billones de dólares, se oponen la Casa Blanca y los republicanos, que anunciaron que lo bloquearán en el Senado, donde ese partido es mayoría.

El paquete económico avalado por la Cámara de Representantes incluye un billón de dólares para rescatar a los estados y gobiernos locales, así como otra ronda de pagos directos de 1.200 dólares a los contribuyentes con ingresos por debajo de los 75.000 dólares anuales, incluidos esta vez los inmigrantes sin papeles.

La Casa Blanca y los republicanos -así como algunos demócratas- se oponen tanto al giro a los indocumentados como a rescatar los estados, ya que advierten que en algunos casos sus problemas financieros son previos a la pandemia.

Medios locales han indicado que uno de los puntos críticos de la propuesta que el Senado busca aprobar tiene que ver con los recursos que se espera destinar a los estados para que realicen pruebas y el rastreo de contactos de las personas contagiadas por la COVID-19, algo a lo que la Casa Blanca no acepta.

La propuesta de un nuevo paquete de estímulo por parte del Senado se conoce después de que ambas cámaras dieran luz verde, a finales de marzo pasado, a ayudas por 2,2 billones de dólares.

La iniciativa de la Cámara Alta llega en momentos en que el coronavirus no remite en Estados Unidos, que con 3,7 millones de contagiados y 140.563 fallecidos es de lejos el país más afectado en el mundo por la pandemia.