Tegucigalpa – Momentos de luto, dolor, llanto y hasta una balacera, se han vivido en el velatorio de Henry Adalid Díaz Reyes, el hondureño que murió en un incidente cuando la segunda caravana de migrantes intentaba ingresar a territorio mexicano en la frontera con Guatemala conocida como Tecún Umán.

Durante un enfrentamiento con policías federales de México, el hondureño recibió una bala de goma en la cabeza lo que le cegó la vida y truncó su sueño americano.

El féretro que contiene los restos mortales de Henry Adalid arribó en las últimas horas al país procedente de Guatemala y de inmediato lo trasladaron hasta la vivienda donde habita la familia del hondureño localizada en la colonia 19 de Septiembre de esta capital y luego fue llevado hasta una iglesia evangélica en ese mismo vecindario.

No obstante, los familiares informaron que la mañana de este jueves el cuerpo será trasladado hasta el municipio de Goascorán, Valle, región sur de Honduras, de donde era originario y donde actualmente reside su padre.

Indicaron que decidieron llevar temprano el cuerpo de su pariente hasta Goascorán para sepultarlo de inmediato debido a que el cuerpo ha comenzado a descomponerse y ya se siente el mal olor a pesar de que se supone que lo prepararon en Guatemala.

Durante el velatorio predomina el llanto y el dolor de los familiares y amigos cercanos que se abalanzaron sobre el féretro.

Mientras el cuerpo era velado, se vivieron momentos de zozobra luego que en un lugar cercano supuestos pandilleros protagonizaron una balacera que provocó que los asistentes salieran huyendo despavoridos de un lado a otro en busca de protección, pero luego de un rato volvió la calma.

Hasta el momento la Policía investiga si solamente se trató de disparos al aire por parte de antisociales o si fue un enfrentamiento entre pandillas rivales.