La Cancillería explicó que los vuelos de deportación de brasileños se intensificaron a partir de 2019, debido "al aumento de las detenciones de nacionales en la frontera sur de Estados Unidos". EFE/Gary Williams/Archivo

Sao Paulo – Los primeros brasileños deportados de Estados Unidos bajo la Administración del presidente Joe Biden, quien asumió la Casa Blanca en enero pasado, llegaron este viernes a Brasil, informaron fuentes oficiales.

Inicialmente estaba previsto que un total de 106 brasileños que entraron ilegalmente al país norteamericano fueran deportados, pero -según explicó la Cancillería en una nota- el número se redujo finalmente a 30 porque «algunos deportados obtuvieron judicialmente la suspensión de la orden de deportación».

De acuerdo con reportes de la prensa local, los 30 ciudadanos deportados, que desembarcaron en el aeropuerto internacional de Confins, en la zona metropolitana de Belo Horizonte (sureste), viajaron esposados, tal y como sucedió con otros vuelos similares que tuvieron lugar durante la Administración de Donald Trump.

La Cancillería explicó que los vuelos de deportación de brasileños se intensificaron a partir de 2019, debido «al aumento de las detenciones de nacionales en la frontera sur de Estados Unidos».

Desde entonces, cerca de 1.200 brasileños indocumentados fueron expulsados del país norteamericano.

Asimismo, subrayó que el proceso de deportación ocurre «integralmente bajo la jurisdicción soberana de Estados Unidos».

«La realización del vuelo tiene como objetivo primario reducir, para esos ciudadanos, el tiempo de permanencia en los centros de detención en Estados Unidos, en particular en el actual contexto de la pandemia de la covid-19», apuntó.

Éste es el primer grupo de brasileños deportados durante el Gobierno de Biden, quien, a diferencia de su antecesor, se comprometió en «fortalecer al sistema de inmigración» y desmontar las políticas antiinmigrantes adoptadas por Trump.

Desde que llegó a la Presidencia, el mandatario estadounidense ha anunciado un conjunto de órdenes dirigidas a reunir a las familias separadas, restaurar el sistema de asilo y abordar con sus socios regionales las causas de la inmigración.