Washington – El costo de los alimentos es la preocupación financiera más apremiante para los estadounidenses, en tanto que el 68 % de ellos teme que no tendrá dinero suficiente para vivir confortablemente al jubilarse, según un sondeo divulgado hoy.

La encuesta de la Universidad Quinnipiac entrevistó a 1.795 adultos en todo el país entre el 9 y el 13 de marzo, para evaluar las preocupaciones financieras de los estadounidenses.

“La inflación persistente, el aumento en las tasas de interés y la volatilidad en los mercados de valores probablemente contribuyen a las preocupaciones acerca de casi todo, desde poner comida en la mesa a recibir cuidado médico”, indicó Osman Kilic, profesor en la Escuela de Administración de Empresas de Quinnipiac.

El 22 % de los encuestados mencionó el precio de los alimentos como su mayor preocupación financiera, seguida por los ahorros para jubilarse (18 %), el costo del cuidado de la salud ( 17 %), y el pago de la hipoteca o el alquiler (13 %).

Por grupos de edad, a las personas que tienen entre 18 y 34 años la tribulación mayor es el pago de la hipoteca o el alquiler (23 %), la matrícula universitaria (20 %) y los costos de la comida (19 %).

Quienes tienen edades entre 35 y 49 años el problema financiero mayor es el precio de los alimentos (24 %), los ahorros para jubilarse (17 %) y el pago de la vivienda (15%).

Las personas con edades entre 50 y 64 años mencionan como su preocupación principal el ahorro para jubilarse (25 %), el costo de los alimentos (23%) y el costo del cuidado de la salud (19 %).

Y para los mayores de 65 años el tema que más preocupa es el ahorro para vivir después de la jubilación (26 %), seguido por el costo de los alimentos (22%), y el costo del cuidado médico (20 %).

La encuesta encontró que, con excepción de los cortes en las compras en el supermercado, un 63 % de los entrevistados ha reducido sus comidas en restaurantes, un 62 % ha bajado su gasto en esparcimiento o las idas al estadio, y un 61 % ha arriado velas en los planes de vacación.

Una gran mayoría de estadounidenses (78 por ciento) se opondría a aumentar la edad plena de jubilación para el Seguro Social de 67 a 70 años, mientras que el 17 por ciento lo apoyaría.

Cuando se les preguntó a si apoyarían aumentar la edad plena de jubilación para el Seguro Social a 70 años si eso significara que los beneficios durarían más, los estadounidenses aún se opusieron en un 62%.