Roma – Los 605 migrantes, entre los que hay 151 menores, 111 de ellos no acompañados, que fueron rescatados por el buque Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF) cuando viajaban hacinados en una patera a la deriva desembarcaron hoy en Bari, en al región de Apulia (sur de Italia) y cuentan los horrores de las prisiones de Libia.

Los rescatados «habían partido de Libia en un pesquero y permanecieron cuatro días en el mar. Nos contaron que fue una travesía muy peligrosa y dramática, en la que se quedaron sin comida ni agua y durante mucho tiempo sin ser rescatados», explicó a los medios a la llegada Fulvia Conte, responsable de socorro del Geo Barents.

«Nos contaron los atroces sufrimientos que padecieron en Libia. Algunos fueron torturados delante de sus hijos», prosiguió Conte.

El desembarco comenzó con las primeras 46 personas que necesitan tratamiento médico y después bajaron los menores, familias y adultos que viajan solos.

A bordo del barco había también 151 menores, 111 de ellos no acompañados: 20 de ellos menores de 13 años y varios sólo de unos poco meses, que «necesitarán atención médica y psicológica, porque han sido testigos y víctimas de situaciones dramáticas. La mayoría de los pequeños, sin embargo, están al menos físicamente bien», explicó la cooperante.

Los migrantes proceden de Siria, Bangladés, Palestina, Egipto y Pakistán y las operaciones de rescate fueron muy complicadas, sobre todo por el elevado número de personas en el barco.

Por otra parte, el barco de la ONG Sos Humanity también llegó hoy al puerto de Livorno (noroeste de Italia) tras rescatar este viernes a 88 migrantes que se encontraban en una barcaza de madera que había zarpado de Tobruk, en Libia, tres días antes.

Las ONG lamentan la decisión, que es una medida del Gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni, de asignar puertos tan lejos de las zonas de rescate.

Mientras que el barco de la ONG alemana Sea Eye se dirige al puerto de Ortona (cenrto) para hacer desembarcar a las 17 personas rescatadas este lunes.

«La distancia hasta el puerto seguro asignado es tres veces superior a la del puerto más cercano, Pozzallo. El Sea Eye necesitará probablemente cuatro días y medio para recorrer 1,300 kilómetros», lamentaron.