Ginebra – Tras casi dos meses de continuos ascensos en casos, la pandemia de COVID-19 se frenó ligeramente la semana pasada, en la que los contagios globales bajaron un 5 %, mientras que las muertes, cuya curva ha sido relativamente estable desde octubre, cayeron un 10 %, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Del 6 al 12 de diciembre se registraron en el mundo cuatro millones de nuevos casos y 47.000 fallecimientos, según el último informe epidemiológico semanal de la organización con sede en Ginebra.
Más de la mitad de casos (2,6 millones) y muertes (28.000) volvieron a registrarse en Europa, que continúa siendo desde hace varias semanas la región más afectada por la pandemia, aunque ello supuso un descenso del 7 % en los nuevos positivos y del 3 % en los fallecimientos.
En segundo lugar se situó América, con 837.000 casos, un 10 % menos que en la semana anterior, y 10.000 muertes, un 3 % menos.
África, el continente donde primero se detectó la variante ómicron del coronavirus (actualmente presente en al menos 77 países) registró la semana pasada un aumento del 111 % en los casos, aunque sus cifras absolutas son relativamente pequeñas (167.000 positivos del 6 al 12 de diciembre).
Además, el continente africano sigue siendo con diferencia la región con menos muertes por coronavirus del planeta: 491 la semana pasada, lo que supuso incluso un descenso del 1 % con respecto a los siete días anteriores pese a que la incidencia de casos se haya duplicado.
Los países con más casos la semana pasada volvieron a ser EE.UU. (674.000 contagios, un 9 % menos que en el periodo anterior), Alemania (351.000, un 11 % menos), Reino Unido (350.000, un 13 % más) y Francia (335.000, lo que supuso un aumento del 19 %).
En el acumulado de la pandemia, se han confirmado al menos 270 millones de casos de COVID-19, con 5,3 millones de muertes.
En el planeta se han administrado 8.520 millones de vacunas anticovid, con lo que el 56 % de la población mundial ha recibido al menos una dosis, un porcentaje que baja al 7,3 % en los países de bajos ingresos, según los datos de las redes sanitarias nacionales.