Washington.- Los «fiscales» demócratas concluyeron este viernes tras tres días de argumentos su alegato acusatorio contra el presidente, Donald Trump, durante el juicio político al mandatario que tiene lugar en el Senado.

El jefe del equipo de «fiscales» demócratas, el congresista Adam Schiff, cerró poco antes de las 21.00 hora local (02.00 GMT del sábado) 24 horas de alegato repartidas en tres días, que darán paso a partir de mañana a otras 24 horas para la defensa de Trump.

«Si les gusta o no el presidente es irrelevante. Se trata de la Constitución y de su mala conducta (la de Trump). Si cumple con el estándar de una conducta de ‘impeachment’, como hemos demostrado, no importa si les gusta», aseguró Schiff.

El congresista demócrata consideró que con sus argumentos han «probado» que Trump «abusó del poder de su Presidencia al pedir la injerencia de un gobierno extranjero, el de Ucrania, en las elecciones de 2020».

El juicio político se basa precisamente en el cargo de abuso de poder y también en el de obstrucción al Congreso, ambos relacionados con las presiones de Trump a Kiev para que investigara por presunta corrupción a uno de sus posibles rivales en las elecciones de 2020, el exvicepresidente Joe Biden.

Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y también la programación de una reunión con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a su exigencia de que Kiev anunciara que planeaba investigar a Biden.

Schiff también reclamó al Senado, que controlan los republicanos, que una vez la defensa de Trump termine su alegato a principios de la próxima semana permitan la comparecencia de testigos.

«Se lo pido. Se lo imploro. Denle a Estados Unidos un juicio justo. Estados Unidos lo vale», agregó.

El congresista demócrata concluyó de este modo el tercer día de alegato acusatorio, una jornada que los «fiscales» usaron para denunciar el delito de obstrucción al Congreso después de haberse centrado durante las dos primeras en el de abuso de poder.

«No respeta al Congreso. No respeta a los representantes del pueblo. Solo a su voluntad. Es un dictador. Esto no se puede sostener», dijo Jerrold Nadler, otro de los siete congresistas demócratas que han actuado de «fiscales».

A partir de mañana, será el turno de los abogados contratados por Trump, que rebatirán los argumentos de los demócratas y defenderán que el mandatario no debe ser destituido por el Senado al final del juicio.

De hecho, la destitución de Trump es un escenario inimaginable en estos momentos ya que los republicanos, que se han mostrado fieles al mandatario y sin fisuras, gozan de mayoría absoluta en una Cámara Alta que requiere de dos tercios para declararle culpable. EFE