Tegucigalpa – La cifra de homicidios en Honduras se redujo un 16,6 % entre enero y agosto de 2020, periodo que coincide en parte con las restricciones de movimiento por el coronavirus, en comparación con el mismo período de 2019, y los casos se acercan a los 2.200, informó este viernes una fuente oficial.
Honduras cerró agosto con 298 muertes violentas, con las que el registro de los primeros ocho meses llegó a 2.187 víctimas, según datos divulgados por la Policía Nacional del país.
Esta cifra es inferior en 437 casos a los 2.624 asesinatos contabilizados en el mismo periodo del año pasado, con lo que la reducción es del 16,6 %.
El informe precisa además que en el periodo de referencia el mes más violento fue febrero, con 317 homicidios, y el menos sangriento fue mayo con 267.
En 2019, según cifras oficiales, se registraron en Honduras 4.051 homicidios, un 8,5 % menos que en 2018, cuando totalizaron 3.732.
El Ejecutivo que preside Juan Orlando Hernández atribuye esta baja en los asesinatos al «arduo trabajo» realizado por los agentes policiales y a las medidas tomadas para frenar el impacto de COVID-19.
Entre esas medidas destaca la cuarentena que rige en el país desde mediados de marzo y restricciones de movilidad en todo el país.
«No podemos otorgarle la totalidad de la reducción al confinamiento, desde inicios del año planteamos y aplicamos estrategias que hoy han dado resultados a favor de la población», dijo la víspera el titular de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Ronmel Martínez.
La Administración de Hernández decretó desde el 16 de marzo un toque de queda como medida para afrontar la pandemia del coronavirus, que ya afecta a 65.802 personas en el país y deja 2.049 muertos.
Las autoridades policiales han detenido entre enero y agosto de este año a más de 800 personas acusadas por el delito de homicidio.
La violencia causada por el crimen organizado y el narcotráfico es uno de los principales problemas de Honduras, una de las naciones de la región utilizadas para el paso de la droga que llega de Suramérica con destino a Estados Unidos.
Las autoridades hondureñas responsabilizan a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 de cometer la mayoría de homicidios por la disputa de territorios para el narcotráfico al menudeo y el cobro de extorsiones.