La caravana de 3.000 migrantes centroamericanos instalada en un parque la ciudad mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala, emprenderá en la madrugada de este lunes su camino hacia Estados Unidos. EFE/Archivo

Tapachula (México) – La caravana de 3.000 migrantes centroamericanos instalada en un parque la ciudad mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala, emprenderá en la madrugada de este lunes su camino hacia Estados Unidos.

Paralelamente, sigue el flujo de personas provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala que cruzan el fronterizo río de Suchiate para entrar en México mientras que otros esperan en el puente fronterizo a que las autoridades mexicanas permitan su acceso.

Cientos de policías federales y funcionarios del Instituto Nacional de Migración continúan establecidos en los retenes que están instalados en toda la carretera federal desde Tapachula, en el estado de Chiapas, hasta el estado de Oaxaca para controlar el éxodo migrante.

Esta nueva caravana ganó envergadura desde el pasado viernes, cuando al menos 800 migrantes cruzaron de madrugada la frontera entre Guatemala y México de manera irregular.

El Inami informó entonces que «un grupo de aproximadamente 350 personas irrumpió de manera violenta en la frontera» puesto «rompieron el candado que cierra la reja fronteriza» y luego se le sumaron más personas, hasta ser unos 800 en total.

Ante la nueva ola migratoria, el titular de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos (CIDH) en la zona, Erik Francisco López, recomendó al Gobierno federal prevenir el ingreso de maras en el país.

«Los países de Honduras, El Salvador y Nicaragua han realizado operativos donde han detenido a más 150 maras, por lo que la comisión recomienda al Gobierno de México tomar las medidas correspondiente para asegurar la integridad de los ciudadanos de la frontera sur», aseveró.

Paralelamente, el Inami tuvo que desplazar su personal que estaba ubicado en el municipio de Mapastepec, a 105 kilómetros de Tapachula, tras una trifulca que hubo en el interior del albergue en el que se hospedan 1.000 migrantes por el retraso en las entregas de las visas por razones humanitarias.

«Por razones de seguridad, el proceso de registro que se estaba levantando en el auditorio del municipio de Mapastepec se trasladará a otro sitio cercano que cumpla con mejores condiciones», informó en un comunicado.

El Gobierno mexicano deportó a Honduras a 204 migrantes de este país, entre los que se encontraban menores de edad, que fueron regresados por vía aérea, informó este domingo el Instituto Nacional de Migración (Inami).

Este grupo de migrantes fue trasladado por vía aérea desde la ciudad de Minatitlán, en el oriental estado de Veracruz, hacia la hondureña San Pedro Sula, cerca de la frontera con Guatemala, tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Honduras.

El nuevo gobierno mexicano, liderado por Andrés Manuel López Obrador desde el 1 de diciembre, creó una visa especial por razones humanitarias que autoriza a los migrantes centroamericanos entrar y trabajar en México.

Sin embargo, varios grupos de migrantes han accedido al país sin cumplir el trámite de esperar en la frontera con Guatemala para que las autoridades mexicanas les entreguen esta tarjera.

En octubre de 2018, miles de centroamericanos -en su mayoría hondureños y salvadoreños- abandonaron sus países en distintas caravanas y atravesaron México con el afán de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo, en un éxodo que causó choques diplomáticos entre ambos países.