Tegucigalpa – Tras su designación en 2016 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como uno de los cárteles de la droga más grandes de Honduras, el Clan Montes Bobadilla se perpetuó en las montañas de Limón, Colón, construyendo su historia en el narcotráfico por más de dos décadas. Hoy su legado queda en manos de Juan Carlos Montes Bobadilla, prófugo de la justicia y único miembro conocido con el apellido de la organización criminal y activo.
– A esta organización criminal se le atribuye la siembra de decenas de hectáreas de coca en el caribeño departamento de Colón.
– Sólo Juan Carlos Montes Bobadilla se encuentra prófugo de la justicia y EEUU ofrece una recompensa de cinco millones de dólares.
– Hasta el momento no se menciona la siguiente generación de los Montes Bobadilla en seguir los pasos de sus abuelos y tíos.
Francia, ubicada en el municipio de Limón, Colón, fue la cuna del clan Montes Bobadilla. El lugar está rodeado de plantaciones de palma africana y haciendas con ganado, su población labora en esos rubros.
Muchos pobladores trabajaban con la familia Montes Bobadilla antes que éstos fueran extraditados, pero ahora sus viviendas están en el abandono. A este temido cártel en el mundo del hampa se le atribuyen las siembras de decenas de hectáreas de coca.
La organización Montes Bobadilla, casi desarticulada, siempre presumió su vínculo con personajes políticos del departamento de Colón e incluso compartían actividades criminales con sus vecinos en el mundo criminal: “Los Cachiros”.
Además, nunca dejaron el negocio de la droga pese a la extradición de varios de sus integrantes y muchas de las plantaciones de coca eran de su propiedad, de acuerdo a informes oficiales de los cuerpos de investigación.
El cártel se vino abajo tras la captura de la matriarca, de la jefa y madre del clan Montes Bobadilla, Herlinda Bobadilla, y la muerte de uno de sus hijos en el operativo de captura.
Asimismo, Juan Carlos Montes Bobadilla, hijo de Herlinda Bobadilla, de se encuentra prófugo de la justicia y Estados Unidos mantiene vigente una recompensa de cinco millones de dólares por su paradero.
Una familia dedicada al narcotráfico
La organización Montes-Bobadilla y sus asociados recibieron cargamentos de cocaína enviados en botes, aviones clandestinos e incluso submarinos de proveedores colombianos. Cada envío generalmente llevaba cientos, si no más de mil kilogramos de cocaína.
Los Montes-Bobadilla trabajaron en estrecha colaboración con otras organizaciones de narcotraficantes, como Los Valle y Los Cachiros, para importar cocaína en Honduras y transportarla al norte a través de América Central y México hasta su destino final, los Estados Unidos.
Para proteger sus operaciones de tráfico de cocaína, los Montes Bobadilla sobornaron a oficiales y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, y cometieron numerosos actos de violencia, incluido el asesinato. A través de estos esfuerzos, la organización distribuyó miles de kilogramos de cocaína destinados a los Estados Unidos.
El icónico Don Pedro
La incursión en el hampa de esta familia de narcos la inició Pedro García Montes, primo de los Montes Bobadilla.
“Don Pedro” fue el jefe de pagos del Cartel de Cali, cargo que obtuvo tras 15 años de trabajar con la organización criminal en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos y México, usando a Honduras como puente.
Pero el solo apellido Montes, de acuerdo con los reportes de investigación, es un referente de narcotráfico nacional e internacional desde la década de los ochenta, con la mención de Pedro García Montes vinculado a los carteles de las drogas de Colombia.
En esa época, Pedro García Montes obtuvo su ciudadanía colombiana, país en el que permanecía mayormente.
Entonces sus viajes a Honduras eran constantes por las actividades de su grupo criminal. Según agentes que han desentrañado y seguido el hilo de la organización, Honduras era el punto de coordinación de las entregas de la droga.
Asimismo, han indicado, que los pagos por droga se retornaban con armas gruesas destinadas a los grupos irregulares en el sur del continente, especialmente en Colombia.
Pedro fue apresado en Honduras a inicios de este siglo, en el 2001 específicamente. Entonces se le señaló por lavado de activos, cuando su fachada era de comerciante de langostas.
Pero entonces, sin lógica alguna, el capo recobró su libertad y de nuevo retornó a Colombia. Poco después se le incautaron bienes en Honduras, especialmente en la zona central y sur donde en una propiedad se encontró un arsenal protegido bajo tierra, además de bienes inmuebles. En 2007, esos bienes fueron recuperados por la familia del criminal, amparada en la orden de un juez.
Fue entonces que, con el amparo de las autoridades, especialmente de la Policía que para entonces estaba, en gran parte, coludida con el crimen, Pedro García involucró a su primo Alex Adán Montes Bobadilla en sus actividades ilícitas, según los reportes.
Pero como suele ocurrir en el mundo del narcotráfico, la vida de Pedro Montes pronto acabó. Fue el 15 de julio de 2004 cuando fue asesinado en la localidad de Bocagrande, en Cartagena, Colombia, mientras caminaba despreocupado.
Los medios informaron entonces que en el asesinato de Pedro García Montes participaron tres personas ligadas a un cártel rival, a quienes les pagaron 20 millones de pesos colombianos, equivalente a 150 mil lempiras en aquel entonces.
Alex Montes
El primo de Pedro García Montes, Alex comenzó a viajar a Colombia bajo las identidades de José Luis Cervantes y Moisés Gómez Mejía, de acuerdo con las fuentes oficiales.
Su trabajo era el de recibir los cargamentos de drogas que le enviaba Pedro, pagaba con armas y regulaba el traslado de las drogas hacia Estados Unidos. Alex inició su actividad en 1998, encargado de coordinar las lanchas rápidas, lavar dinero y organizar el transporte de drogas hacia el norte.
Los reportes del Ministerio Público, indican que casi de inmediato se incorporan al quehacer del cartel sus hermanos Juan Carlos, Alejandro y Noé Montes Bobadilla, e igualmente su madre Herlinda Bobadilla.
El narcotraficante fue capturado el 28 de julio de 2003 en el Caribe de Honduras con 432 kilos de cocaína, por lo cual fue enviado a prisión, pero el 10 de enero de 2004 fue liberado por varios hombres fuertemente armados en una casa de campo del barrio Jericó de Trujillo, Colón, donde asesinaron a balazos a dos policías penitenciarios que lo custodiaban.
Posteriormente, fue detenido y condenado por delitos de crimen organizado y homicidio, sin embargo, el capo hondureño recibió la liberación en 2013 por parte de la exjueza María Elena Fonseca, procesada después por otorgarle medidas de casa por cárcel al mafioso sin contar con los sustentos legales.
El 14 de noviembre de 2014, murió Alex Adán Montes Bobadilla, en su vivienda ubicada en Icotea, Colón.
De acuerdo a lo conocido por Proceso Digital para la excarcelación de Alex Montes se utilizó un dictamen forense falso, donde se arguyó que el capo tenía una enfermedad terminal, extremo que se desvirtuó cuando se le practicó la autopsia y los resultados arrojaron que expiró de un infarto asociado al consumo excesivo de drogas e hipertensión.
Alias “Tom” coge el mando
Tras la muerte de Alex, el mando del clan lo tomó Noé, el tercero de los hermanos. También se le conoció como alias “Tom”.
Noé Montes Bobadilla fue detenido en un operativo en la aldea Francia, su cuna, el 15 de junio de 2017. Autoridades dijeron que el capturado era solicitado en extradición por la Corte del Distrito Este de Virginia, Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico y el lavado de activos.
Una alta fuente le informó a Proceso Digital que alguien se encargó de desaparecer las huellas dactilares de los hampones que buscaba la justicia hondureña, por ello cuando se extraditó a Noé Montes se tuvo que utilizar otras tácticas en la criminalística.
El 22 de septiembre, Honduras procedió a la extradición de Noé alias «Tom», de 33 años, acusado ante una corte federal por conspirar para introducir droga a ese país. Mientras que el 5 de abril de 2019, Noé fue condenado a 37 años de prisión.
Según documentos judiciales, Noé Montes Bobadilla, era el líder de la organización narcotraficante Montes-Bobadilla, o «Los Montes», uno de los cárteles de la droga más grandes de Honduras.
Tras la captura de Noé, su madre, junto a sus otros dos hermanos, quedó al frente de la organización, tomando el control doña Herlinda Bobadilla.
Herlinda Bobadilla y Tito Montes Bobadilla
Habían pasado varios días desde que el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de cinco millones de dólares por la matriarca y sus dos hijos Tito Montes y Juan Carlos Montes.
La mañana del 15 de mayo de 2022, tras un fuerte operativo de las fuerzas del orden fue capturada Herlinda Bobadilla, considerada líder del clan Montes Bobadilla en Colón, quien se encontraba refugiada en una zona montañosa de ese departamento.
En la operación también se reportaron otras tres personas capturadas, asimismo, en el enfrentamiento murió Tito Montes Bobadilla, hijo de Herlinda también pedido en extradición, y para verificar su muerte un equipo de la DEA se apersonó al país para comprobar y cotejar pruebas de ADN y confirmar sus muerte.
Según las autoridades hondureñas, Herlinda se había casado con Alejandro Montes Alvarenga y tenían seis hijos. Tres de ellos -Alejandro (más conocido como Tito), José Carlos y Noé- se metieron de lleno a trabajar en el grupo criminal.
La sexagenaria, nacida en 1961 en Macuelizo, Santa Bárbara, asumió las riendas del cártel tras la captura en 2017 de su hijo Noé Montes Bobadilla, extraditado y condenado a 37 años de cárcel en EEUU.
El 26 de julio de 2022, Honduras efectuó la extradición de la líder del clan Montes-Bobadilla, solicitada por Estados Unidos por el delito de narcotráfico.
El 23 de diciembre de 2022, Bobadilla se declaró culpable de participar en una conspiración a gran escala para traficar cocaína para importarla a los Estados Unidos.
Rápidamente el 28 de marzo de 2023, Bobadilla fue sentenciada a 20 años de prisión.
JC Montes
Tras la extradición de su madre y la muerte de su hermano, solo ha quedado al frente del clan Montes Bobadilla, Juan Carlos Montes Bobadilla, quien se encuentra prófugo de la justicia. Las autoridades policiales del país, mantienen constante vigilancia y operativos para dar con el paradero de Juan Carlos.
La recompensa continúa en pie y como parte de las operaciones que se realizan se han puesto a disposición equipos especializados para dar con su ubicación y proceder con la captura como corresponde.
El gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por quien de información verídica para dar con el paradero del último de los Montes Bobadilla.
Socios caídos
Arnulfo Fagot Máximo, alias “El Tío”, José del Tránsito García (alias Pipo), José Mauricio Castillo y Rafael Eduardo Cáceres Soto, todos socios del cártel, también fueron extraditados a la Unión Americana.
Arnulfo Fagot Máximo fue detenido el 27 de agosto de 2017 en el barrio San José, departamento de Gracias a Dios, lugar donde residía.
“El Tío” era parte del Clan Montes Bodadilla, fue extraditado el 12 de diciembre de 2017.
Fagot Máximo, “El Tío” se convirtió en una de las piezas claves en el tráfico de cocaína en Centroamérica ligado a cárteles colombianos y mexicanos precedido por la herencia de su apellido, de rancio abolengo en el mundo del crimen.
El 9 de mayo de 2019, un juez sentenció a 33 años de cárcel a Arnulfo Fagot Máximo por liderar una organización de narcotráfico en Honduras responsable de haber introducido en el país toneladas de cocaína durante la última década.
El 9 de agosto de 2020, José del Transito García Teruel fue capturado en San Pedro Sula, norte de Honduras, y posteriormente trasladado a la capital para ser presentado ante el juez de Extradición.
El 26 de febrero de 2021, tras permanecer siete meses recluido en el Primer Batallón de Infantería en Tegucigalpa, se produjo la extradición de José del Tránsito García Teruel, pedido por delitos de narcotráfico por una Corte del Distrito Este del Estado de Virginia, Estados Unidos.
García Teruel, nacido en 1965 en el municipio de Florida, departamento de Copán, occidente del país y sobre quien existía en Honduras una orden de detención en su contra desde el 30 de septiembre de 2016 tras ser solicitado por EEUU con considerarlo lugarteniente del capo Noé Montes Bobadilla.
El 12 de abril de 2022, el hondureño José del Tránsito García Teruel fue condenado a 13 años de cárcel en una Corte del Distrito Este del Estado de Virginia, Estados Unidos.
El 18 de diciembre de 2017, se reportó la captura en Guatemala del hondureño Alex Ernesto Díaz Torres (José Mauricio Castillo Sanabria), alias “El Macho”, quien fue solicitado por Estados Unidos por conspirar para introducir drogas a ese país del norte.
Según el MP de Guatemala, el capturado era encargado de coordinar cargamentos de droga que recibía por mar y en pistas clandestinas en Honduras, los cuales trasladaba a Guatemala y luego a EEUU.
Acusaciones que datan de 2016 establecen que José Mauricio Castillo Sanabria, José del Tránsito García y Arnulfo Fagot Máximo, eran los encargados de realizar los descargos de droga que llegaban vía aérea y marítima al sector de La Mosquitia.
El 11 de julio de 2019, una Corte del Distrito Sur de la Florida, Estados Unidos, condenó a 12 años de prisión al hondureño José Mauricio Castillo Sanabria, alias “Macho Prieto” por delitos de narcotráfico.
Rafael Eduardo Cáceres Soto, detenido el 21 de mayo de 2022, con fines de extradición en San Pedro Sula, ya había sido requerido el 21 de diciembre de 2014 por portar más de 20 mil dólares en la terminal aérea Ramón Villeda Morales.
En aquella oportunidad, la pareja integrada por Rafael Eduardo Cáceres Soto, y su esposa -la dominicana- Annabelle Acosta Troncoso fueron puestos en libertad al justificar la procedencia del dinero.
Cáceres Soto -alias “Paquirry”, “Paquirri”, “Paqui”, “Paky” o “Rafa”- acusado por la Corte del Distrito Este de Virginia, ligado a los Montes Bobadilla, cartel que obtuvo la cantidad de $50 millones, unos 1,225 millones de lempiras, entre 2008 y 2015, por traficar drogas.
Tras pagar su culpabilidad en Estados Unidos, fue deportado a Honduras nuevamente, donde el gobierno recibió una nueva solicitud de extradición, pero por parte de Panamá, misma que fue denegada por el Estado hondureño.
Cáceres Soto estando en Colombia en 2015 fue solicitado en extradición por Panamá por delitos relacionados al narcotráfico.
En ese sentido, el juez consideró que existe una duplicidad de procesos por los mismos hechos, y que la doble acusación violenta el artículo 95 de la Constitución de la República y la Convención de Montevideo de 1933.
Además, la resolución del juez natural informó que se libera carta de libertad a Cáceres Soto dejando sin efecto la detención provisional.
Así se han escrito más de dos décadas del clan Montes Bobadilla, entre colusión de operadores de justicia y su mano dura para sostener un imperio criminal que ahora es disputado por microcarteles que siembran el terror en el próspero y fértil departamento de Colón. PD