Fotografía fechada el 5 de junio de 2020 que muestra a Robert, un hombre blanco, mientras protesta en un parque de Nueva York (EE.UU.). Se arrodilló durante unos minutos y mostró una pancarta con el lema: "Fue suficiente hace 400 años", en referencia a la esclavitud. EFE/Jorge Fuentelsaz

Los Ángeles/ Nueva York/Washington – Gritan con diferentes voces, pero al unísono. Se dicen esperanzados, hartos y tristes, pero todos han vuelto a salir este fin de semana a las calles de Estados Unidos para pedir el fin de la violencia policial contra los afroamericanos.

Cada rostro, cada pancarta es diferente; pero, todos decidieron movilizarse cuando vieron el vídeo en el que el afroamericano George Floyd aparece agonizando en suelo antes de morir mientras un policía blanco presiona su rodilla contra su cuello.

Esta es la historia de cinco activistas que Efe entrevistó en las ciudades de Los Ángeles, Nueva York y Washington:

LA AFROAMERICANA SAKINA QUIERE MANTENER «VIVO» A SU HIJO

¿Por qué ha decidido manifestarse en las calles de Nueva York? «Solo tengo un hijo y estoy intentando mantenerlo vivo», contesta a Efe la afroamericana Sakina Bellamy.

«Creo que nadie debería vivir con el hecho de que su ser querido sea asesinado a sangre fría. Y eso es la verdad, los hechos, no estamos, ya sabes, alucinando. Tenemos los vídeos, tenemos los audios, tenemos las evidencias. ¿Por qué sigue ocurriendo esto? No está bien», dice indignada.

Fotografía fechada el 5 de junio de 2020 que muestra a la afroamericana Sakina Bellamy, de 33 años, mientras posa con su hijo, en el parque McCarren, en el norte de Brooklyn, durante una manifestación en Nueva York (EE.UU.). El pequeño se encarga de sujetar el enorme paraguas azul que les protege de la lluvia. Los dos llevan unas pancartas llenas de lemas contra el racismo y que han escrito unos encima de otros, hasta hacerlo casi ininteligible, sobre unos cartones de madera. EFE/Jorge Fuentelsaz

Bellamy, de 33 años, ha acudido a una protesta con su hijo, que tiene 11 y se encarga de sujetar el enorme paraguas azul que les protege de la lluvia.

Los dos llevan unas pancartas de cartón donde han escrito lemas contra el racismo. Hay tantas palabras y tan agolpadas que las frases son casi ininteligibles.

ROBERT Y EL VALOR DE DESAFIAR LA PANDEMIA

También en Nueva York, Robert, un hombre blanco, el viernes decidió por primera vez en tres meses salir a un espacio público repleto de gente.

«He estado en casa mucho últimamente, he intentado ayudar con estas cosas, financieramente, dar dinero, donar dinero. Esta es la primera vez en la que me siento cómodo para salir por la COVID-19», confiesa a Efe al mismo tiempo que en todo momento intentaba mantener una distancia de seguridad.

El viernes, Robert participó en una protesta en el parque McCarren, en el norte de Brooklyn, que fue convocada a las 19.00 hora local (23.00 GMT), justo una hora antes del toque de queda que este domingo ha retirado el alcalde, Bill de Blasio.

Durante unos minutos, Robert se arrodilló en señal de respeto y mostró una pancarta con el lema: «Fue suficiente hace 400 años», en referencia a la esclavitud.

KALEB, UN PUNK AFÓNICO DE TANTO GRITAR CONTRA LOS «NAZIS»

En Los Ángeles se encuentran algunos de los manifestantes con más personalidad, como Kaleb, blanco de 29 años, técnico de cine y punk hasta la médula con una cresta verde y una cazadora de cuero que en la espalda lleva el mensaje: «Punch nazis, drink beer» (Golpea a los nazis, bebe cerveza).

Con la voz ronca después de haber estado gritando todo el día, Kaleb considera que «poner las botas sobre el terreno» es importante para generar cambio.

«Pero, -puntualiza- lo principal es que la gente vote. Necesitamos que gente buena ocupe cargos públicos, gente decente que entienda cuáles son las luchas de la gente de color y que no confíe en la mierda del capitalismo como si el mundo funcionara con el consumismo. ¡Me pone enfermo!».

Mientras conversa con Efe cerca de una estación de metro, se oye sin cesar el ruido de los helicópteros.

JOSH, LA SOLIDARIDAD ENTRE AFROAMERICANOS Y LATINOS

Josh tiene 26 años y trata de aliviar el calor con una botella de agua. Luce una camiseta de la selección de fútbol de Colombia, el país de origen de sus padres, que llegaron muy jóvenes a Los Ángeles.

Fotografía fechada el 6 de junio de 2020 que muestra a Josh, latino 26 años, mientras viste una camiseta de la selección de fútbol de Colombia, el país de origen de sus padres, que llegaron muy jóvenes a Los Ángeles (EE.UU.), durante una protesta. Lleva una pancarta con las palabras «Justicia para Breonna», que murió en su casa en Kentucky tiroteda por un error de la policía. EFE/David Villafranca

«Creo que hay muchas injusticias con la brutalidad policial y todo. Y creo que, en general, los afroamericanos han apoyado las causas latinas con todo lo que ha pasado en la frontera, los niños en jaulas, han mostrado apoyo por nosotros. Y es hora de que nosotros les ayudemos», reflexiona en declaraciones a Efe.

Con sus palabras, Josh aludía a las políticas antiinmigrantes del presidente de EE.UU., Donald Trump, que llegó a ordenar la separación de familias inmigrantes en la frontera para disuadirles de llegar irregularmente al país.

SAMANTHA, ÉNFASIS EN LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES

Por último, para la afroamericana Samantha el problema son los estructuras que han perpetuado el racismo durante siglos.

«Necesitamos cambiar el sistema, las políticas y nuestra forma de pensar. Si no cambiamos la estructura de nuestro Gobierno, no habrá cambio», argumenta.

La activista conversa con Efe en Washington cerca del Monumento a Lincoln, donde el sábado se congregaron miles de personas y donde, en 1963, el reverendo Martin Luther King Jr. pronunció su famoso discurso «I have a dream» (Tengo un sueño).

Actualmente, los afroamericanos son encarcelados a una tasa cinco veces mayor que los de raza blanca y dos veces más que la de los hispanos, según datos del centro de estudios Pew.

Además, el 20,8% de los afroamericanos viven bajo el umbral de la pobreza en EE.UU., comparado con el 8,1% de los blancos.