Composición de fotos que muestran a la madre hondureña Keldy Mabel Gonzales Brebe reunida con sus hijos en EE.UU.

Tegucigalpa – Luego de ser víctima de la “tolerancia cero” impulsada por el expresidente Donald Trump en contra de la migración irregular, la madre hondureña Keldy Mabel Gonzales Brebe de 37 años de edad volvió a reunirse con sus hijos en Estados Unidos.

 La “catracha” es una de las madres beneficiadas con el plan de reunificación familiar que impulsa la nueva administración de EE.UU. y después de permanecer separada de sus tres hijos más de tres años.

Como muchos, Keldy se fue de Honduras huyendo de las amenazas de las pandillas quienes asesinaron a varios miembros de su familia.

La familia entera huyó a México en el 2013, pero fueron deportados por el gobierno mexicano.

En 2017 cruzó la frontera con su hijo menor, Erick, que ahora tiene 17 años, y su hijo mediano, Mino, hoy de 19.

Planeaban pedir asilo, así que saludaron con los brazos cuando vieron a una camioneta de la patrulla fronteriza en el desierto de Nuevo México. Ella y sus hijos fueron llevados a una celda en un centro de detención en Deming, Nuevo México.

Ella, como miles de inmigrantes, fue víctima de la política “tolerancia cero” que separó a miles de familias migrantes.

En ese momento, pensaban que en algún momento serían liberados y se podrían reunir con Alex, hijo mayor de Keldy y quien había cruzado la frontera el mismo día por Arizona.

Menos de dos días después de llegar a suelo estadounidense, Keldy fue esposada y separada de sus dos hijos.

La madre hondureña estuvo en un centro de detención de los Servicios de Inmigración y Control de Aduanas en El Paso, Texas, durante más de un año. Fue deportada a San Pedro Sula, en Honduras, en enero del 2019.

No obstante, inició de nuevo su camino hacia el norte y vivió en Tapachula, Ascensión y Ciudad Juárez, en México, esperando una oportunidad para ingresar en Estados Unidos.

Luego de años de espera el pasado 4 de mayo entró a EE.UU. de la mano de una defensora de los derechos de los inmigrantes a través del Puente de las Américas.

El esposo de Keldy cruzó la frontera hace cinco años y actualmente vive en Texas y ahora el objetivo de esta familia es volverse a abrazar.

De momento es suficiente para la madre hondureña que puede estar con sus hijos en un barrio de Filadelfia, Estados Unidos.

La hondureña cuenta que se trata de un barrio peligroso donde hay disparos y hasta muertos casi a diario, pero no le genera susto ya que su natal La Ceiba, Caribe de Honduras, el escenario es similar.

 Su principal objetivo ahora es encontrar  trabajo y sostener su hogar que además de sus hijos se compone por su madre mayor y una sobrina menor de edad.

Esta hondureña es una de las primeras beneficiadas del programa de reunificación familiar que impulsa el presidente estadounidense Joe Biden.