Washington – Medio centenar de hondureños se congregaron este lunes frente a la Casa Blanca para pedir que el gobierno del presidente Joe Biden que extienda el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) que ampara a más de 80.000 ciudadanos del país centroamericano.
La demostración es la cuarta que realizan en la capital estadounidense los hondureños, según indicó Juan Flores, de la Fundación 15 de Septiembre que agrupa a estos ciudadanos que residen en Estados Unidos.
Honduras recibió un primer TPS en enero de 1999 por el huracán Mitch, que asoló Centroamérica un año antes.
Este TPS, añade Flores, «fue extendido periódicamente hasta el 2017 en que (el presidente Donald) Trump lo canceló».
En septiembre pasado el Departamento de Seguridad Nacional anunció la extensión automática de las designaciones de TPS para El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua y Sudán hasta el 31 de diciembre de 2022.
El TPS es un programa bajo el cual el gobierno de EE.UU. otorga, y ha de renovar periódicamente, el permiso para la estancia y el trabajo de ciudadanos de países afectados por desastres naturales o la violencia.
Según el Immigration Forum hay ya más de 400.000 personas de una docena de países amparados por el TPS, con 251.560 de El Salvador, 80.700 de Honduras y 56.500 de Haití.
El presidente Biden extendió el beneficio a los venezolanos y se calcula que eso añadirá unos 323.000 extranjeros que permanecen de forma precaria en Estados Unidos con estatus temporario.
Los activistas hondureños señalan que su país está en una situación económica precaria y no estaría en condiciones de recibir a los miles de migrantes que ahora viven en Estados Unidos y que en 2021 generaron más de 7.300 millones de dólares en remesas, equivalente al 24 % del producto interior bruto de ese país.