México – Más de 10,000 migrantes centroamericanos han solicitado ingresar a México de manera regular a través de una tarjeta de visitante por razones humanitarias y se concentran en la frontera con Guatemala, informó este miércoles el Instituto Nacional de Migración (Inami).
De acuerdo con el recuento oficial de este miércoles, el Inami ha recibido 8.446 solicitudes de visitante por razones humanitarias de adultos migrantes en el suroriental estado de Chiapas.
Estas solicitudes corresponden a 6.309 ciudadanos de Honduras, 1.022 ciudadanos de El Salvador, 930 de Guatemala, 175 de Nicaragua, seis de Haití, dos de Brasil y dos cubanos.
En tanto, el organismo ha registrado a la fecha 1.897 solicitudes de visitantes por razones humanitarias de niñas, niños y adolescentes migrantes.
Son 1.506 menores hondureños, 216 guatemaltecos, 148 salvadoreños, 24 nicaragüenses, dos brasileños y un haitiano.
Desde mediados de enero, miles de migrantes se han concentrado en la frontera entre Guatemala y México y, atendiendo a la petición de las autoridades migratorias mexicanas, se han registrado con el fin de entrar legalmente al país, con esta visa humanitaria que les permitirá estar un año en la nación e incluso trabajar.
Pese a que el Inami ha acelerado la tramitación de los visados, que ya se han empezado a otorgar, miles de personas pernoctan del lado guatemalteco en espera de una respuesta.
En tanto, más de un millar de migrantes centroamericanos entró sin solicitar esta visa humanitaria el pasado 18 de enero, y se encuentra estos días cruzando el sur de México, todavía a unos 3.000 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
El fenómeno empezó a mediados de octubre de 2018 cuando miles de migrantes, en su mayoría hondureños y salvadoreños, iniciaron este éxodo en grupo para sentirse más seguros, y causando choques diplomáticos entre distintas naciones.
En octubre pasado miles de migrantes centroamericanos, la mayoría hondureños, emprendieron viajes en caravana para llegar a Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump reforzó la frontera para evitar su entrada.
De acuerdo con las autoridades de Honduras, muchos regresaron frustrados tras no poder ingresar a Estados Unidos.
Al menos 11 hondureños de esas primeras caravanas murieron en su intento por llegar a Estados Unidos, mientras miles más pidieron asilo tanto en ese país como en México.