Migrantes hondureños realizan trámites para obtener la tarjeta humanitaria del Instituto Nacional de Migración (INM) en ciudad Hidalgo, en el estado de Chiapas (México). EFE/Archivo

Tegucigalpa – De acuerdo a cifras oficiales en México, entre el 2 de enero pasado y el 10 de junio de 2019 se han recibido, a través de los puertos de entrada ubicados en Tijuana y Mexicali, Baja California, además de Ciudad Juárez, Chihuahua, a 11 mil 37 centroamericanos, la mayoría hondureños, que esperan respuesta de asilo del gobierno estadounidense.

– Actualmente unos 10 mil hondureños se encuentran varados en el territorio mexicano a la espera que se resuelva o inicie su solicitud de asilo.

Al menos en tres puertos de entrada de Estados Unidos a México hay más de 11 mil centroamericanos a la espera de que llegue el día de su audiencia para saber si les es aceptada o no la solicitud de asilo.

Cabe mencionar, que recientemente el cónsul de Honduras en San Luis Potosí, José Ortiz, elevó a 10 mil la cifra de connacionales varados en territorio mexicano luego que estos salieran del país centroamericano algunos en caravana, otros en núcleos familiares o solos en busca del denominado “sueño americano”.

“La verdad es que muchos de los connacionales se encuentran prácticamente en una situación de inmovilidad porque no pueden avanzar y tampoco quieren regresar entonces se han quedado estacionados en México y hay alrededor de 10 mil connacionales”, declaró el diplomático hondureño en una entrevista con la capitalina HRN.

Al respecto, el Instituto Nacional de Migración de México (INM) difundió que sólo por el puerto fronterizo El Chaparral, en Tijuana, Baja California, han sido entregadas 4 mil 140 personas; en la garita de Mexicali, 2 mil 502 personas y en el puente Reforma, en Ciudad Juárez, Chihuahua, 4 mil 395.

Cabe señalar que la semana anterior los gobiernos mexicano y estadounidense acordaron expandir el programa que obliga a quienes solicitan asilo en EE.UU. a esperar en el país vecino hasta que se resuelvan sus casos, un mecanismo cuyo futuro depende de un tribunal federal en California.

El pacto, fruto de una semana de intensas negociaciones en Washington para evitar la imposición de los aranceles, incluye un acuerdo para que EEUU expanda su programa «Permanezcan en México», también conocido como Protocolo de Protección de Migrantes (PPM).

Esa iniciativa -por la que EEUU devuelve a México a los solicitantes de asilo que llegan a su frontera mientras se tramitan sus peticiones- empezó a aplicarse este año en un solo punto de entrada, en San Diego (California), y a partir de marzo se amplió a otros dos, en Calexico (California) y El Paso (Texas).

En ese sentido, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de Gobernación de México, estimó que el gobierno estadounidense podría devolver a México a 50 mil personas que están a la espera de que su condición migratoria se regularice.

Encinas aseguró que ante el crecimiento de las deportaciones de Estados Unidos se optará por la protección de los extranjeros, “porque no vamos a renunciar a esto que ha sido una de las características históricas claras de la política mexicana para garantizar el asilo, el refugio y el trato digno a las personas”, destacan reportes de prensa de la nación azteca.

El acuerdo recién alcanzado implica que se «expandirá la implementación» de ese programa «a lo largo de toda la frontera», según el comunicado conjunto de ambos países.

Eso podría obligar a decenas de miles de inmigrantes, en su mayoría centroamericanos, a aguardar en México a que los tribunales de inmigración estadounidenses decidan sobre su solicitud de asilo, un proceso que puede durar meses o incluso años.