Los Ángeles – Más de 200 jóvenes “soñadores” esperan ansiosamente la aprobación de un permiso especial para viajar a México con el objetivo de realizar un curso académico, visitar familiares a los que hace años no ven y reencontrarse con sus raíces.
Divididos en cinco grupos, los jóvenes beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), esperan que el Gobierno federal apruebe sus permisos anticipados de reingreso, conocidos como “Advance Parole”, para viajar en el programa organizado por el Centro de Estudios California-México (CMSC).
Para Mayra Garibo, una joven mexicana beneficiaria de DACA, este viaje significa un importante cierre en su vida y tiene profundos motivos afectivos.
Mayra se preparaba para viajar en un curso similar a finales de 2017 cuando el Gobierno del entonces presidente Donald Trump suspendió el programa de soñadores y consecuentemente no concedió los permisos de viaje.
En enero de 2018, el padre de Mayra falleció en México y pese a insistentes solicitudes la joven no obtuvo un permiso para viajar, ni al funeral ni posteriormente.
“Hemos peleado tanto por ese permiso y finalmente voy a tener la oportunidad de despedirme de mi papá, ir a su tumba y cerrar ese capítulo”, señaló Mayra en entrevista con Efe.
“Lo que he estado haciendo todo este tiempo es luchar para obtener este permiso, por lo que para mí es una oportunidad muy grande”, dijo la joven, que actualmente trabaja coordinando los grupos de CMSC que viajarán desde mayo.
Para el profesor universitario Armando Vázquez Ramos, creador y director de CMSC y del Programa de Estudios en el Exterior, esta es una oportunidad muy especial para muchos jóvenes que desde que llegaron a Estados Unidos siendo niños no han podido volver a visitar su país de origen.
“Un requisito fundamental del programa es escribir un ensayo de diez páginas que refleje la experiencia de su regreso a México”, destacó Vázquez Ramos en declaraciones a Efe.
“Queremos publicar las historias de la vida de estos jóvenes y posteriormente pensamos integrarlas en un documental”, agregó el académico al asegurar que “en todo el país no hay ninguna otra organización que les dé a los soñadores esta oportunidad de viajar a su país”.
Al momento hay 85 jóvenes que, divididos en dos grupos, conforman el Programa de Invierno y planean viajar a finales de mayo, explicó a Efe Lidiet Arévalo, una joven salvadoreña beneficiaria de DACA, asistente ejecutiva y directora de multimedia de CMSC.
Otros 141 jóvenes presentaron su solicitud para el Programa de Verano y tienen programado viajar en tres grupos entre el 15 de julio y el 22 de agosto.
AL REENCUENTRO CON LOS ORÍGENES
Para Carlos Eduardo Cornejo, uno de los soñadores que han sido aceptados en el primer grupo de CMSC que saldrá de Los Ángeles el 15 de mayo y regresará el 20 de junio, representa una gran ilusión ir a conocer el país donde nació.
“Es una expectativa realmente muy interna: deseo reencontrarme con una parte de mi origen que es una esencia de mí, y unido a ella podré ver todo con una dinámica más amplia”, afirmó Cornejo, que en unos meses obtendrá una licenciatura en psicología.
El joven, nacido en Guadalajara, estado de Jalisco, fue traído por sus padres a Estados Unidos hace más de 21 años cuando tenía un año y medio de edad. No obstante, aprendió a hablar español perfectamente y heredó otro rasgo fundamental en su familia: la música.
Cornejo ha trabajado con un mariachi a la par que seguía sus estudios académicos, y la oportunidad de ir a México “a poder compartir mi historia con todos mis primos y mi familia” lo llena de emoción.
Itzel Pérez, originaria del estado de Puebla, viajó en 2016 en un programa similar desde Nueva York y ahora espera volver a su México natal.
“Yo regreso agradecida. Es una buena oportunidad volver a ver a mi familia y además es una victoria; es una prueba más de que los jóvenes inmigrantes somos una parte esencial de este país”, aseveró Pérez, quien trabaja con la American Friends Service Committee, organización de defensa de derechos de los inmigrantes.
Para esta activista que formó parte de los grupos de soñadores que hicieron una campaña intensa de cabildeo ante legisladores federales en Washington para pedir la reapertura de DACA y la aprobación del Advance Parole, volver a viajar a su país le infunde la esperanza de una reforma migratoria.
“Somos parte de América (Estados Unidos), les guste o no. A raíz de esta pandemia (de covid-19) se ha visto que muchos soñadores son trabajadores esenciales. Sin nosotros el país se cae y aun así no nos han dado la ciudadanía”, reclamó la activista.
El programa DACA fue creado en junio de 2012 por un decreto administrativo del entonces presidente Barack Obama y suspendido por el Gobierno de Donald Trump en septiembre de 2017 por considerarlo inconstitucional.
Por una orden judicial, desde el 4 de diciembre de 2020 el programa nuevamente comenzó a aceptar renovaciones y solicitudes de Advanced Parole, entre otros beneficios.
El 20 de enero de 2021 el recién investido presidente Joe Biden reinstaló DACA mediante una orden ejecutiva.
Un proyecto de reforma de inmigración presentado por Biden al Congreso ofrece, entre otras cosas, un camino definitivo a la ciudadanía para los soñadores.