Washington – Más de la mitad de los votantes de EE.UU. considera que el presidente, Donald Trump, debería retirar su demanda de financiación del muro con México para reabrir la Administración, que lleva una semana parcialmente cerrada, según una encuesta publicada hoy por la Universidad de Harvard.
La mayoría, un 58 %, apuesta por que Trump no insista en su idea de levantar una barrera física en la frontera sur de EE.UU., mientras que el 42 % opina que el mandatario «no debería ceder» ante las presiones de los demócratas del Congreso, de acuerdo al estudio de Harvard y Harris, divulgado por el diario capitalino The Hill.
Asimismo, el informe, basado en la opinión de 1.407 votantes registrados, encontró que más del 60 % de la población de EE.UU. se opone a la estrategia que está utilizando Trump para conseguir más fondos para la seguridad fronteriza, es decir, provocando un cierre parcial de la Administración.
Pese a estos números, más de la mitad de los encuestados abogó por un consenso entre los legisladores demócratas y Trump, que resulte en un paquete de financiación de 2.500 millones de dólares para la seguridad de la frontera, la mitad de las pretensiones del presidente.
«Mientras que la mayoría quiere que Trump ceda en términos del cierre, una gran parte quiere ver a los demócratas y republicanos llegar a un compromiso de 2.500 millones», subrayó el codirector de este trabajo de investigación, Mark Penn, en declaraciones a The Hill.
La clausura del Gobierno federal es parcial porque tres cuartas partes de la Administración -incluido el Pentágono- tienen fondos hasta septiembre de 2019.
No obstante, la parálisis afecta a agencias de diez departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística.
Asimismo, el cierre afecta a 800.000 de los 2,1 millones de trabajadores federales, que no cobrarán mientras permanezca cerrado el Gobierno y están a expensas de la aprobación de un presupuesto.
El cierre de la Administración previsiblemente se prolongará hasta enero, cuando los demócratas, gracias a su nueva mayoría, tienen previsto asumir el control de la Cámara Baja y podrían aprobar una financiación de la Administración sin destinar fondos para el muro anhelado por Trump.