Tegucigalpa – Desde el 2010, alrededor de un centenar de personas han perdido la vida -incluidos niños- por enfrentamientos entre barras de los equipos, o ataques perpetrados en canchas de futbol, hechos que, en la mayoría de los casos, se mantienen impunes por diferentes causas incluida la falta de investigación.

Así lo reveló este martes la Comisionada Nacional de los Derechos Humanos, Blanca Izaguirre, quien recomendó a las autoridades hondureñas, investigar los hechos violentos ocurridos en el Estadio Olímpico Metropolitano, en el marco de la Final de Futbol entre España y Motagua y se aplique todo el peso de la ley, y de manera ejemplar, al o los responsables que pusieron en riesgo la integridad física y la vida de personas.

“Si queremos recuperar los espacios de esparcimiento a que tienen derecho las familias hondureñas y que cese la violencia dentro y fuera de los estadios, es indispensable la colaboración y el compromiso de todos los sectores involucrados: Gobierno, dirigentes deportivos, futbolistas, cuerpo técnico, autoridades policiales, aficionados y medios de comunicación”, recomendó.

COMUNICADO

Ante los actos violentos suscitados en la final del futbol hondureño, entre Real España y Motagua, en el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, en el ejercicio de mis facultades y atribuciones constitucionales de velar por la seguridad, integridad y la vida de las personas, en mi condición de Comisionada Nacional de los Derechos Humanos, me pronuncio en los siguientes términos:

1. Este lamentable incidente, que puso en riesgo la integridad física y la vida de futbolistas, árbitros, aficionados, periodistas y policías, se suma a otros hechos violentos ocurridos en el reciente pasado, protagonizado por fanáticos de los equipos, que también ha dejado como consecuencia decenas de heridos, lesionado y la muerte de personas.

2. En los últimos años, han perdido la vida violentamente, en el país, más de una docena de futbolistas, miembros del cuerpo técnico de algunos equipos y cerca de una decena de dirigentes deportivos. Acciones registradas en diferentes hechos violentos, pero con un denominador común, la falta de investigación y, consecuentemente, la falta de castigo a los responsables.

3. Debido a los constantes enfrentamientos entre miembros de las barras de los equipos, en los últimos años, decenas de personas han resultado lesionadas o heridas.

4. Es condenable que, desde el año 2010, alrededor de un centenar de personas han perdido la vida -incluidos niños- por enfrentamientos entre barras de los equipos, o ataques perpetrados en canchas de futbol, hechos que, en la mayoría de los casos, se mantienen impunes por diferentes causas incluida la falta de investigación.

5. El 29 de octubre de 2015, entró en vigencia la Ley de Prevención de Violencia en los Estadios, con el propósito de enfrentar estos problemas y ponerle fin a la violencia y el derramamiento de sangre en los diferentes escenarios deportivos, sin embargo, como ocurre con otras leyes en el país, la misma no se cumple.

6. Es preciso señalar y recordar que, el deporte es un derecho humano que tienen todas las personas y cuando se ve afectado por actos de violencia, no solo se afecta el derecho de las víctimas, sino de toda la sociedad.

Por todo lo expuesto, en mi condición de Comisionada Nacional de los Derechos Humanos:

• Exhortó a las autoridades hondureñas a investigar los hechos violentos registrados en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, que pusieron en riesgo la integridad física y la vida de futbolistas, árbitros, aficionados, periodistas y policías, y de resultar culpables, se les aplique todo el peso de la Ley, de manera ejemplar, evitando la impunidad de los responsables.

• Es indispensable que la Policía Nacional cuente con un cuerpo especializado en seguridad de espectáculos deportivos, con personal seleccionado y preparado para tal efecto.

• No permitir, en ninguna de las instalaciones deportivas del país, el ingreso de armas ni la venta de bebidas alcohólicas.

• Si queremos recuperar los espacios de esparcimiento a que tienen derecho las familias hondureñas y que cese la violencia dentro y fuera de los estadios, es indispensable la colaboración y el compromiso de todos los sectores involucrados: Gobierno, dirigentes deportivos, futbolistas, cuerpo técnico, autoridades policiales, aficionados y medios de comunicación.