México – La masacre en Veracruz de 13 personas aumentó este sábado la tensión en ese estado mexicano, uno de los que ha sufrido en mayor medida la escalada de violencia en el país por ser centro de disputa de carteles de la droga, en vísperas de la visita del mandatario Andrés Manuel López Obrador.
La matanza, durante una fiesta en el municipio de Minatitlán en la noche del Viernes Santos, ocurre cuando en el estado se espera la visita este domingo de López Obrador para analizar, precisamente, temas de seguridad y pacificación.
El mandatario llegará mañana para conmemorar la invasión estadounidense al puerto de Veracruz el 21 de abril de 1914 y el lunes llevará a cabo una reunión nacional de seguridad y una conferencia de prensa.
Su llegada tendrá lugar tras la masacre de este viernes en la ciudad petrolera de Minatitlán, donde un grupo armado ingresó a una fiesta privada en un restaurante y mató a 13 personas, entre ellas un bebé.
Según el relato de testigos, el grupo buscaba llevarse a una persona, pero los asistentes intentaron impedirlo, por lo que fueron atacados a tiros.
Minatitlán, donde se asienta una refinería, ha sido golpeada por la violencia en la última década y el principal delito es el secuestro de petroleros, médicos, maestros y ganaderos.
Además, en los últimos meses la población ha sido testigo de una disputa política entre el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido de López Obrador, y el derechista Partido Acción Nacional (PAN), que hasta diciembre del año pasado gobernaba el estado.
El conflicto incluye diferencias entre el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, del partido Morena, y el fiscal general estatal, Jorge Winckler.
«Acabo de concluir una reunión de emergencia para atender los lamentables y condenables hechos en el sur (Minatitlán). En el grupo de Seguridad se activó un operativo para dar con los responsables. No habrá impunidad a pesar de las eternas investigaciones de la Fiscalía del Estado. Seguiremos con más detenciones», apuntó García en Twitter tras la masacre.
El secretario de Gobierno, Eric Cisneros, también lamentó los hechos y aprovechó para criticar las actuaciones del fiscal Winckler, a quien fallidamente Morena intentó hacerle un juicio político.
«No vamos a parar hasta encontrar a los responsables, a pesar de que la Fiscalía ni investiga ni resuelve. No habrá impunidad», dijo Cisneros.
Las primeras investigaciones del crimen, en el que fueron asesinados siete hombres, cinco mujeres y un menor de un año de edad, revelaron que el grupo armado buscaba a una persona transexual, quien era gerente de un centro nocturno.
Entre las trece víctimas, se encuentra el propietario del restaurante «Los Potros», donde ocurrió la masacre, y la transexual «Becky», identificada como gerente del lugar llamado «La Esquina del Chacal».
Cuatro personas más se encuentran estables en hospitales de la zona, donde fuerzas policiales montaron operativos de vigilancia.
Veracruz, según inteligencia de la Secretaría de Marina y del Ejército Mexicano, es centro de disputa de los carteles de la droga Los Zetas, Cartel Jalisco Nueva Generación y El Golfo.
Con este escenario, el gobernador de Veracruz, que asumió el cargo en diciembre pasado, afronta dificultades para avanzar en su promesa de reducir en dos años los altos niveles de violencia e inseguridad en el estado.
Una de las primeras acciones para lograr ese objetivo fue el reconocimiento de miles de desaparecidos, que se calcula en 5.000, y la búsqueda de víctimas en fosas clandestinas.
En los últimos ocho años se contabilizan de manera oficial al menos 601 fosas clandestinas en Veracruz. EFE