Denver (CO) – La masiva llegada de inmigrantes a Denver a causa de la finalización de la norma conocida como Título 42 ha rebasado nuevamente la capacidad de la ciudad para responder al impacto local de la “crisis migratoria hemisférica”, indicó este lunes el alcalde Michael Hancock.
Hancock (en su último mes en el cargo tras 12 años en la alcaldía), Denver, otras ciudades en Colorado, el mismo estado y las organizaciones y agencias de ayuda social carecen de los recursos y el presupuesto necesarios para asistir al “importante número de personas llegando cada día a esta ciudad”.
En el caso específico de Denver, la “creciente crisis humanitaria”, como la describió Hancock, llega después de que entre diciembre de 2022 y marzo de este año la capital estatal destinase unos nueve millones de dólares (algunos reportes elevan la cifra a 14 millones) para ayudar a más de 9.300 inmigrantes (la mayoría venezolanos), agotando en esos meses el equivalente al presupuesto de 10 años de ayuda social.
Además, los reembolsos por 2,5 millones de dólares del Gobierno federal y por 3,5 millones del Gobierno estatal nunca llegaron.
“Estamos en un punto de ruptura nuevamente y Washington no puede seguir pateando la lata mientras estamos atrapados en el ciclo de emergencias. Simplemente no es sostenible”, dijo Hancock el 11 de mayo en rueda de prensa, el día que terminó el Título 42.
Precisamente ese día comenzó una intensa tormenta de lluvia, cayendo en un solo día en el área metropolitana de Denver tanta agua como habitualmente cae durante los meses de primavera y verano, lo que obligó a miles de propietarios o inquilinos de viviendas inundadas a buscar refugio en albergues municipales, complicando la ayuda a los cientos de inmigrantes que a diario llegan a Denver.
Hancock indicó que las autoridades de Denver deberán tomar “duras decisiones”, como redireccionar fondos de los 254 millones de dólares previamente adjudicados a la construcción de viviendas económicas en la ciudad o quizá recortar el presupuesto de ayuda a desamparados, algo que, dijo, preferiría no tener que hacer.
El alcalde demócrata lamentó que las autoridades federales indicaran que “ciudades como Denver probablemente no sentirán el efecto de la finalización del Título 42 sino hasta junio”.
Contrariamente a esa apreciación, más de 530 inmigrantes llegaron a Denver el fin de semana del 6 al 7 de mayo, con otros 286 inmigrantes el 10 de mayo y 105 más el 11 de mayo, según datos difundidos por la municipalidad. Y organizaciones benéficas indicaron que recibieron casi 600 inmigrantes. En comparación, el promedio diario de llegada de inmigrantes osciló entre 20 y 30 personas en abril.
“Estamos en un estado de emergencia. También estamos en un estado de crisis. Esta llegada masiva (de inmigrantes) es completamente inesperada. No creo que ninguna ciudad lo esperara”, enfatizó el alcalde.
Anticipando la crisis, Hancock y el gobernador Jared Polis (demócrata) enviaron el 6 de mayo una carta al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos solicitando “ayuda monetaria adicional” (por un monto no revelado) para “responder a los inmigrantes que llegan aquí”.
Los funcionarios indicaron en su carta que no le corresponde a Denver ni al estado de Colorado “asumir los costos de esta responsabilidad federal sin precedentes”. Hasta ahora, según Hancock, no hubo respuesta del Gobierno federal.
Mientras tanto, un enorme garaje en la ciudad universitaria en el centro de Denver se utilizará para procesar a los recién llegados. Quienes decidan ir a otras ciudades recibirán boletos de autobuses para continuar sus viajes, y se buscará alojamiento temporal para quienes prefieran quedarse.