Tegucigalpa – El aumento del flujo de migrantes irregulares en tránsito por Honduras registró un 20 % de incremento solo en el primer semestre del año, informó la directora del Instituto Nacional de Migración (INM), Carolina Menjívar.

– En el caso de Honduras, en julio pasado la cifra fue de unas 3 mil personas de varias nacionalidades, entre ellas mujeres embarazadas y menores de edad.

El desborde de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos se ha venido gestando con el incremento de la movilización de personas de distintas nacionalidades, incluidas de otros continentes, quienes parecen tener la plena certeza de que van ingresar fácilmente a ese país si llegan acompañados de niños menores de siete años, con mujeres embarazadas en periodo de lactancia.

Menjívar formó parte de la Fuerza de Tarea de Atención al Migrante, liderada por la primera dama, Ana García de Hernández, que efectuó diversos recorridos por la zona fronteriza de McAllen (Texas) así como por algunos albergues de migrantes, y señaló que las capacidades de atención en estos lugares están colapsadas

La funcionaria consideró que es una crisis humanitaria y migratoria desproporcionada y sin precedentes, debido a movimientos migratorios masivos de países del continente americano, así como de otros continentes.

Movimiento no visto en 30 años

Menjívar afirmó que lo anterior lo comprueba la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, al afirmar que en 30 años no se había visto un masivo tránsito de migrantes como el que se está presentando en la actualidad.

Asimismo, informó que en enero de 2021 el promedio mensual de migrantes en tránsito por la frontera sur de Honduras fue de poco menos de 1 mil personas.

Sin embargo, Menjívar expuso que en julio recién pasado los datos arrojan un promedio mensual que alcanza casi 3 mil personas de varias nacionalidades que pasan por Honduras, entre ellas cubanos, haitianos, nicaragüenses y suramericanos, así como migrantes de otros continentes como Asia, África y Europa.

El imán

Para Menjívar, la responsabilidad compartida de los países podría reducir los índices de migración irregular, con retos y desafíos complejos enormes.

Sin embargo, señaló que estos flujos también están siendo atraídos por las políticas migratorias de los países de destino, lo que sumado a las causas estructurales que enfrenta cada país se convierte en un imán que mueve masas de personas con hijos en brazos, mujeres embarazadas y grupos familiares, al creer que llegando a las frontera tienen enormes posibilidades de ingresar a Estados Unidos.

Aseguró que una comunicación estratégica de las autoridades de los países de destino contribuiría con los entes migratorios de cada país para frenar parte del movimiento de personas y de los traficantes y grupos criminales.

Remarcó la funcionaria que al presentarse en la frontera grupos familiares, mujeres u hombres con niños en brazos, e incluso niños no acompañados,  e ingresarlos al sistema se envía un mensaje erróneo de que la frontera está abierta y tienen muchas posibilidades de radicarse en Estados Unidos.

Insistió en su petición a los migrantes para que no emprendan el peligroso viaje porque a los inconvenientes ya conocidos, como los secuestros, las extorsiones y la covid-19, ahora se suma la casi definitiva decisión del Gobierno de Estados Unidos de realizar las deportaciones de los personas a sus países de origen en cuanto lleguen la frontera.

Menjívar destacó que en la actualidad es tan alto el movimiento de personas por la frontera sur de Estados Unidos que la Patrulla Fronteriza reporta que las detenciones realizadas en McAllen superan el 32 % del total efectuado en toda la franja limítrofe entre Estados Unidos y México.