
Roma – La obstrucción del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni en el rescate de migrantes ha obligado a Médicos Sin Fronteras (MSF) a cesar su labor humanitaria, según un informe publicado este jueves por la organización, en el que denuncia la violencia sufrida por los que fueron devueltos a Libia.
«La retirada orquestada de buques de búsqueda y rescate, como el Geo Barents de MSF, del Mediterráneo central ha quitado un salvavidas a los supervivientes que huyen de la terrible violencia en Libia», se afirma en el informe ‘Maniobras mortales: obstrucción y violencia en el Mediterráneo central’, basado en datos operativos y médicos, y en testimonios de supervivientes durante 2023 y 2024.
El documento detalla cómo, «después de más de dos años de operar bajo leyes y políticas italianas restrictivas, en particular el ‘decreto Piantedosi’ y la práctica de asignaciones de puertos lejanos, la capacidad de los buques de búsqueda y rescate para proporcionar asistencia de salvamento se vio gravemente limitada, lo que finalmente llevó a la decisión de cesar las operaciones del Geo Barents en diciembre de 2024».
MSF alude a la norma impulsada por el ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, que complica sobremanera las labores de rescate de las ONG en el Mediterráneo, permitiendo el bloqueo administrativo de sus barcos.
«Debido a las restricciones, el número de personas que el Geo Barents pudo rescatar se redujo drásticamente en 2024. Mientras en 2023 fueron rescatadas 4.646 personas, el año pasado ese número disminuyó a menos de la mitad: 2.278», explicó la organización humanitaria.
A pesar de ello, agregan, «el número total de intervenciones médicas aumentó, en particular las remisiones urgentes, un 14%, lo que sugiere que un porcentaje considerablemente mayor de los rescatados se encontraban en estado crítico y requerían atención especializada vital en tierra»
«El ‘decreto Piantedosi’ presenta un mecanismo estructurado e institucionalizado sin precedentes para la obstrucción de las actividades civiles de búsqueda y rescate», explica Juan Matías Gil, representante de las operaciones de búsqueda y rescate de MSF.
«El impacto de estas sanciones ha empeorado con los años; la capacidad de rescate de nuestro buque ha sido significativamente infrautilizada y activamente socavada», añade.
MSF explica que debido a la política de asignar puestos lejanos para desembarcar a los migrantes rescatados, «entre diciembre de 2022 y diciembre de 2024, el Geo Barents recorrió un total de 64.966 kilómetros adicionales y pasó 163 días más en el mar para llegar a puertos lejanos del norte de Italia».
Además, lamentó que el barco fuera sancionado cuatro veces, lo que supuso 160 días de detención: «La impugnación de estas medidas punitivas ha restado un tiempo y unos recursos considerables a MSF.
Los testimonios, datos y pruebas recogidas durante estos años «demuestran la connivencia de Italia y la UE con la Guardia Costera Libia y otros actores armados, llevando a cabo interceptaciones y empujando a las personas de vuelta al círculo de la extorsión y el abuso», afirma Juan Matías.
Según los datos médicos de MSF, en 2024, «los 124 pacientes atendidos por los psicólogos a bordo del Geo Barents declararon haber sufrido violencia física o psicológica durante su viaje, y la mitad de ellos identificaron el lugar de detención como el principal escenario donde se produjeron los abusos».
El informe concluye exigiendo a las autoridades italianas «que dejen de obstaculizar las operaciones de salvamento en el mar y de imponer sanciones a las embarcaciones de búsqueda y rescate de las ONG».
Asimismo, pide a la UE y a sus Estados miembros que «pongan fin inmediatamente al apoyo financiero y material a la Guardia Costera libia y dejen de facilitar deliberadamente el retorno forzoso de personas a Libia». EFE
(vc)