Tegucigalpa – Aproximadamente medio millón de menores son sometidos a peores  formas de trabajo infantil, estimó el director de Casa Alianza, Guadalupe Ruelas.

“La Secretaría de Trabajo habla de casi medio millón de niños y que laboran en peores formas de trabajo infantil”, citó Ruelas.

Este 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Expuso que la cifra aproximada de menores que son sometidos a peores formas de trabajo infantil son 465 mil, siendo los más comunes la fabricación de pólvora y en el esparcimiento de agroquímicos en la industria agroalimentaria.

No obstante, Ruelas consideró que la peor forma de trabajo infantil y una de las más comunes es la servidumbre doméstica, labor que ejercen las menores.

Calculó que anualmente, más de 50 mil niñas laboran en servidumbre doméstica.

El director de Casa Alianza señaló que las menores que laboran en esas tareas pertenecen a áreas rurales donde fueron desterradas por sus familiares, se trasladan a la zona urbana donde inician a convivir con otros niños, pero que no gozan del mismo trato y son sometidas a situaciones desiguales como levantarse más temprano y acostarse a la cama más tarde que el resto.

“Como toda niña sueña con lo mismo que todos los niños: ser feliz, recibir cariño y tener confianza; imagínese el sentimiento  de discriminación, soledad y de despojo con que van creciendo las niñas cuando los demás juegan, asisten a la escuela”, exteriorizó.

Además, recordó que las autoridades manifestaron en semanas anteriores que producto de la pandemia, se pudo duplicar la cantidad de menores que son sometidos a trabajos de explotación.

Menores en mendicidad

Mencionó que al menos 300 nuevos menores llegaron a situación de mendicidad, citando datos de la Secretaría de Seguridad y la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf).

En ese sentido, comentó que Dinaf y Casa Alianza acordaron un convenio para brindar ayuda humanitaria, medidas de bioseguridad y alternativas para brindar otro estilo de vida.

El problema es que el espacio que deja esa familia lo ocupa otro, reveló Ruelas.

Condenó que eventos como la pandemia son aprovechados por redes de explotación que obligan a los menores a pedir limosna en la calle y generar una sensación de culpa en la sociedad.

“No hemos sido capaces de generar alternativas. Con dar limosna no vamos a resolver el problema”, enfatizó.

Menores embarazadas

El director de Casa Alianza dijo que el 34 por ciento de las adolescentes han estado en situación de embarazo, citando datos de la Secretaría de Salud.

Del 34 por ciento de adolescentes embarazadas, el 60 por ciento son resultados de abusos, y el 90 por ciento de esos abusos provienen de un familiar.