Tegucigalpa – La salud del máximo jerarca de la Iglesia Católica hondureña, cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, mejora en las últimas horas tras ser contagiado por COVID-19, quien además manifiesta su espíritu inquebrantable ante la adversidad, informó esta tarde la Arquidiócesis de Tegucigalpa.

– Se rechazan versiones malintencionadas que aseguran el líder religioso se mantiene en estado grave de salud, intubado y en cuidados intensivos.

“A pesar de los altibajos y retos que implica el proceso de superación de esta enfermedad, nuestro padre y maestro, está estable. Se le siguen practicando diariamente análisis clínicos para determinar el grado de alcance del daño que produce el virus, pero se sigue manifestando el amor de Dios por él, porque sus niveles continúan en proceso de mejoría, aunque sabemos que el camino es aún largo”, cita la nota emitida este lunes.

El cardenal Rodríguez se mantiene con buen ánimo, además manifiesta mucha esperanza y espíritu firme inquebrantable amparado en el auxilio de María, se informó.

La Arquidiócesis de Tegucigalpa rechaza las versiones “malintencionadas” que aseguran el líder religioso se mantiene en estado grave de salud, intubado y en cuidados intensivos. “Eso es absolutamente falso”, señalaron.

Finalmente, se instruye a los feligreses que se unan en oración para seguir pidiendo por la mejoría de la salud de Rodríguez Maradiaga.

El jueves anterior se informó que el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga (78) había dado positivo de la COVID-19.

El líder católico es arzobispo de Tegucigalpa desde el 8 de enero de 1993, cuando sucedió a Héctor Enrique Santos.

Fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1970 y proclamación cardenalicia data del 21 de febrero de 2001 por el fallecido Juan Pablo II.