Salvadoreños que se disponen a inmigrar caminan en San Salvador (El Salvador). Un grupo de al menos 100 salvadoreños, entre ellos menores de edad y mujeres, partió con rumbo a Estados Unidos en caravana. EFE/Rodrigo Sura/Archivo

Washington – Tres menores salvadoreños han iniciado una cruzada en Estados Unidos para evitar su deportación a su país, donde enfrentan peligro de muerte, y reunificar a su familia tras haber sido separados de sus padres y una hermana.

Los chicos, dos jovencitas de 16 y 14 años y un pequeño de 9 que permanecen bajo cuidado de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), presentaron una demanda ante la Corte del Distrito de Columbia, con el apoyo CAIR Coalition, Justice Action Center y la firma O’Melveny & Myers.

Su intención: evitar ser devueltos a El Salvador, así como reunirse en familia, ya que su padre reside en EE.UU. junto a su hermana, y su madre está bajo el programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), también conocido como «Permanezcan en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar del otro lado de la frontera por una respuesta de Estados Unidos.

LA PRIMERA DEMANDA DE ESTE TIPO

Sobre las razones para apoyar a este caso, la directora de litigios de CAIR Coalition, Claudia Cubas, aseguró a Efe que se trata de los primeros niños que las autoridades de inmigración han intentado deportar tras haber estado previamente bajo el MPP, por lo cual alegan que tienen una orden de deportación.

«El Gobierno los está deteniendo solamente porque estuvieron antes de entrar a Estados Unidos bajo el programa Protocolos de Protección al Migrante; por eso es la importancia de esta demanda», explicó.

La jurista destacó que se trata de la primera demanda de ese tipo en el país. «Esperamos que sea una buena manera de empezar a traer estos tipos de casos para otros niños alrededor de la nación que están en la misma situación», añadió Cubas, quien señaló que desde el pasado 18 de enero la Administración de Donald Trump está tratando de deportarlos.

Según Cubas, actualmente hay más de 250 niños que entraron solos a Estados Unidos después de la puesta en marcha del MPP y están detenidos sin un nuevo procedimiento.

¿DE QUÉ SE TRATA LA DEMANDA?

Al explicar la demanda, Cubas señaló que exigen la reunificación inmediata de los niños con su padre, quien reside en el estado de Maryland y era director de un programa para jóvenes de una iglesia evangélica en El Salvador. También que se detenga la deportación y se permita que los pequeños soliciten, bajo un nuevo proceso, su asilo.

«El Gobierno está usando la idea de que estos niños tienen una orden de deportación (previa) para parar la reunificación», agregó.

La abogada señaló que, según las leyes estadounidenses, cualquier menor inmigrante indocumentado que entre no acompañado al país debe ser «puesto en proceso de deportación para que puedan solicitar cualquier tipo de defensa, incluso asilo», pero en este caso no está ocurriendo.

MPP Y MIGRACIÓN

La querella judicial -que alega violación al debido proceso y al Acuerdo Flores (sobre menores de edad), entre otros- es el resultado de una serie de acontecimientos en los que la implementación del MPP marca un antes y un después.

En junio de 2019, el padre de esta familia y una de sus hijas llegaron a EE.UU. para solicitar asilo después de haber sido amenazados por la pandilla MS-13 en su país. Ambos lograron entrar y están a la espera de su proceso.

Otra fue la historia para el resto de la familia. La madre, que fue víctima de extorsiones y recibió amenazas de muerte contra sus hijos para que revelara la ubicación de su pareja, y los tres demandantes entraron a EE.UU. en septiembre de 2019.

Tras ser enviados a un centro de detención de inmigrantes conocido como «la hielera» (por las bajas temperaturas del lugar), su situación fue distinta, pues ya para entonces el MPP se estaba aplicando en el sur de Texas.

Las autoridades fijaron una audiencia para diciembre de 2019 por la que debían esperar en Matamoros (México), a donde fueron llevados en autobuses, y posteriormente asistieron en Bronwsville (EE.UU.) a una segunda cita, el 7 de enero pasado, cuando un juez de inmigración les ordenó ser removidos.

«Las audiencias fueron menos de 30 minutos, en una, y de la misma manera en la segunda», subrayó Cubas al advertir que estos procedimientos por lo regular toman más tiempo para que el solicitante exponga los hechos y responda a las preguntas que le sean formuladas, lo que la llevó a considerar que «no se revisó bien el caso».

Pero una semana después de la segunda comparecencia, los tres demandantes entraron por su cuenta a EE.UU., donde, pese a haber sido procesados como menores no acompañados, han quedado en el limbo al no haber recibido un nuevo aviso para comparecer ante la corte, donde podrían iniciar un proceso para solicitar asilo y quedarse en el país.