Ciudad de México – El Instituto Nacional de Migración (INM) de México localizó este jueves a 79 migrantes que se encontraban hacinados en hoteles en la fronteriza ciudad de Tijuana, en el norteño estado de Baja California.
De ellos, 35 son originarios de Mauritania; 16 de Afganistán; 9 de Ecuador, que conformaban 2 núcleos familiares; 7 de Colombia; 5 de Nicaragua; 4 de Eritrea; 2 del Congo, y 1 de Angola.
En un primer hotel fueron ubicados 15 de los migrantes, otros tantos en un segundo inmueble y 49 en un tercero, indicó el organismo en un comunicado.
Las dos familias ecuatorianas quedarán bajo la tutela del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (SDIF), mientras que los 70 migrantes restantes, todos mayores de edad, iniciarán el proceso administrativo correspondiente para determinar su situación jurídica en el país.
México vive un flujo migratorio récord, con 2,76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022 y, de acuerdo con los datos facilitados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) el pasado martes, el flujo migratorio aumentó un 8 % en territorio mexicano.
Estados Unidos promulgó a principios de este año una nueva regulación migratoria a través de la que se comprometió a acoger a 30.000 migrantes al mes provenientes de Nicaragua, Cuba, Venezuela o Haití y que no crucen la frontera por vía terrestre.
Del mismo modo, a lo largo de las últimas semanas se ha especulado con la posibilidad de que EE.UU. aumente sus restricciones migratorias.
Entre ellas, según reportó el periódico estadounidense The Washington Post, una presunta negociación entre México y Estados Unidos para deportar de inmediato a territorio mexicano a migrantes, aunque no sean mexicanos, cuando expire el Título 42, la regla impuesta por Donald Trump (2017-2021) para expulsar indocumentados en la pandemia.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) ha negado que esto sea verdad, pero ha provocado que mayor número de personas se aglutinen en la frontera norte mexicana, por lo que los albergues de migrantes de la región se preparan para aumentar su capacidad de acogida.