México – La población mexicana ocupada disminuyó en 12,5 millones en abril marcados especialmente por la suspensión temporal de trabajos, dejando la tasa de desempleo de 4,7 % frente a la de 2,9 % del mes anterior, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Unos 12 millones de mexicanos abandonaron la población económicamente activa (PEA), personas de 15 años y más que trabajan o buscan empleo, lo que implica una tasa de participación en la fuerza laboral de 47,5 %, un total de 45,4 millones, frente a la proporción de 59,8 % en marzo.
En contraste, la población no económicamente activa (PNEA) creció en 11,5 millones de personas hasta 50,2 millones, lo que significa un fenómeno sin precedente causado por la pandemia del coronavirus, explicó Julio Santaella, presidente del Inegi.
Por ello, solo creció en 400.000, hasta un total de 2,1 millones, el número de desocupados abiertos, el concepto que define a las personas sin empleo ni ingresos que están en busca activa de un trabajo.
Estas cifras, detalló Santaella, explican por qué la tasa de desempleo solo se sitúa en 4,7 %, pues este indicador en México se calcula con base en el porcentaje de la PEA que busca abiertamente un empleo sin tener fuentes de ingresos.
«Quedarnos en casa en un contexto para el mercado laboral, ¿qué significa? Por un lado, un número importante de las personas no trabajaron, y otro número no buscó trabajo, lo que esto implica es que hay una disminución de la fuerza laboral», expuso Santaella en videoconferencia.
El instituto presentó por primera vez la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), con el mismo diseño conceptual que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), pero con medidas de distanciamiento social por la pandemia.
Un hallazgo es que 11,3 millones de personas dejaron de trabajar por la suspensión temporal de su trabajo sin recibir pago en medio de la crisis de COVID-19, que acumula más de 90.000 contagios y casi 10.000 muertos confirmados en México.
En este contexto, la población subocupada, aquella que labora pero quisiera trabajar más horas para percibir más ingresos, creció en 5,9 millones hasta alcanzar 11 millones de personas y una tasa de 25,4 %, 16,3 puntos más que en marzo.
La PNEA disponible incrementó en 14,1 millones de personas hasta un total de 20 millones, es decir, aquellas que no trabajan ni buscan activamente empleo, pero que tomarían una oferta si fuese posible, comentó Edgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas.
Ante los cuestionamientos de por qué México no tiene una tasa de desempleo más alta, Vielma argumentó que las personas que pierden su trabajo están pasando directamente a la PNEA porque ya no procuran otra plaza.
«Les causó extrañeza o les llamaba la atención, ¿cómo es que baja en plena la pandemia la tasa de desocupación al pasar de 3,5 % (en febrero) a 2,9 % (en marzo)? Porque ya desde ahí veíamos que no se estaba yendo la población a perder su empleo y entonces ponerse a buscar», detalló.
La tasa de informalidad descendió ocho puntos hasta 47,7 %, agregó el Inegi.
Esto se debe a que 10,4 millones de empleados informales abandonaron la fuerza laboral para llegar a una ocupación total de 20,7 millones de informales frente a 22,6 millones de formales.
Otro efecto de la crisis fue el porcentaje de ocupados con ingresos de un salario mínimo o menos incrementó a 41,3 % frente al 22 % del mes anterior.