San Salvador – Las autoridades de México y Estados Unidos deportaron a más de 196.300 salvadoreños, guatemaltecos y hondureños en 2022, entre ellos más de 35.000 niños y adolescentes, según datos oficiales consultados este martes por EFE.
De acuerdo con un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para el Triángulo Norte de Centroamérica, México deportó a 106.827 personas y Estados Unidos a 89.552, para totalizar 196.379, un alza del 58 % frente a los 124.280 casos de 2021.
A esta cifra de deportaciones de 2022 se suman 837 repatriaciones de otros países que no fueron detallados, con lo que la cifra general de deportaciones de ciudadanos de El Salvador, Guatemala y Honduras llegó a 197,216 y se elevó un 57,4 %.
Los datos, recopilados de fuentes gubernamentales, indican que las deportaciones solo desde territorio mexicano se elevaron un 17,4 %, frente a los 91.012 casos de 2021.
Las retornos desde Estados Unidos se incrementaron un 169,2 %, en comparación con los 33.268 registros de 2021.
CIFRAS DE NIÑEZ AL ALZA
Los datos recopilados por la OIM también dan cuenta de que la cantidad de niños y adolescentes que fueron deportados se elevó al pasar de 23.742 en 2021 a 35.303.
La diferencia al alza fue de 11.561 casos, lo que representa un incremento del 48,6 %. Al revisar las cifras por país de niñez y adolescencia retornada, los tres países reportan alzas.
El Salvador pasó de recibir a 2.580 menores de edad en 2021 a 4.552 para una alza del 76,4 %. Mientras que Guatemala registró 13.565 casos en 2021 y 16.662 en 2022, lo que representó un alza del 22,8 %.
Honduras es el país que más creció en las repatriaciones de menores de 18 años, pasando de 7.597 en 2021 a 14.089, con una escalada del 85,4 %.
Los datos presentados por la OIM salieron de las gubernamentales Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) de El Salvador; el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) y la Secretaría de Bienestar Social (SBS) de Guatemala, y el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigho).
Cada año, más de 500.000 personas procedentes de estos tres países intentan emigrar de manera irregular a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, incluyendo miles de menores de edad.