San Sebastián (España) – Decenas de migrantes latinoamericanos no saben si van a poder viajar a sus países o podrán recuperar el dinero adelantado por los billetes comprados en España, afectados por el cierre de una agencia de viajes en Guipúzcoa (norte).

Se trata de la agencia de viajes de la localidad de Errenteria, a cuya responsable ya han denunciado algunos de los afectados, tanto migrantes como otras personas que habían contratado sus vacaciones con esa empresa.

Los lugares de destino y las cantidades aportadas por cada uno son diferentes, aunque para todos los que han llegado a contactar con ella la respuesta fue la misma: que la empresa había quebrado y tiene un seguro de insolvencia que se hará cargo de abonarles lo que les corresponde.

Algunos de los que acudieron a la policía a denunciar su caso supieron en comisaría que contra esta mujer se habían presentado ya en 2024 una treintena de denuncias.

«¿Por qué han permitido que haya seguido vendiendo billetes?», se pregunta Cinthia, una joven peruana a la que un agente le habló de esas denuncias anteriores y que el 22 de mayo pasado pagó 2.460 euros para viajar a su país en agosto.

«He hablado con ella y le he preguntado que cómo me había hecho esto si estaban las cosas ya tan mal. Fui la última clienta que necesitaba para tapar otros huecos. Le entregué el dinero por la tarde porque me dijo que iban a subir los billetes y al día siguiente cerró», explica a EFE.

Jorge Mejía cuenta, por su parte, cómo su mujer supo que no tenía reserva alguna para volar a Honduras cuando se disponía a facturar en Barajas. Finalmente pudo hacerlo, pero no con la ayuda de la agencia que había contratado, a la que pago 900 euros por el billete, a los que se suma el importe de otros cuatro que había reservado para sus hijos en distinta fecha.

A la colombiana Caroline le había comprado su hermano un pasaje para viajar con su hijo de Cali a Bogotá y de allí a Madrid el 18 de mayo, pero un día antes la dueña de la agencia le informó de que habían cancelado el vuelo, cosa que no era cierta. El viaje se pospuso al 24 de mayo, pero se volvió a repetir la situación y la excusa.

Estas personas hablan de sus casos ante el local de la agencia, ahora con la persiana bajada, donde su responsable había quedado esta tarde con un grupo de 23 personas que vieron frustrado un crucero por los fiordos noruegos que debería haber comenzado el 31 de mayo.

La propietaria de la agencia, con la que EFE trató de contactar por teléfono infructuosamente, dijo a medios locales que son en torno a una veintena los damnificados y la cuantía adeudada es de 50.000 euros.

Los reunidos este martes ante su negocio no la creen y tampoco tienen muy claro que vayan a recuperar todo lo perdido. EFE