Tegucigalpa (Especial Proceso Digital).- La más reciente encuesta de remesas efectuada por el Banco Central de Honduras (BCH), revela las prioridades de los migrantes con el envío de sus remesas, los sueños divididos entre quienes anhelan un retorno al país en los próximos cinco años y los que no piensan en volver. La mayoría de los consultados tienen más de una o dos décadas de vivir en Estados Unidos y en menor escala en otras anciones.
De acuerdo a la encuesta semestral del BCH, en la región centroamericana, Honduras, junto a Guatemala y El Salvador, son los principales países que recibieron el mayor flujo de remesas en lo que va de los meses de enero a julio de 2022. Honduras registró al mes de agosto de este año flujos de remesas familiares por el orden de 5,752.4 millones de dólares, denotando así un incremento interanual de 20.9% que equivale a 995.5 millones de dólares.
Del perfil demográfico de los encuestados, se indica que la mayoría reside en los Estados Unidos, seguido de España, Canadá y México, pero aparecen también países como Guatemala y Alemania dentro de sus sitios de residencia.
De los migrantes que viven en Estados Unidos, más del 60% radica en los estados de La Florida, Texas, California y Nueva York, el resto se dispersa en otros estados entre ellos Luisiana y Carolina del Norte.
La actividad económica en la que se desenvuelven los migrantes hondureños, va desde el rubro de “Otros servicios” como cuidado de personas, limpieza, enfermería y jardinería, con un ingreso promedio mensual de 2,599.3 dólares, de los que el 17% lo destinan para el envío de remesas.
Los que se desempeñan en el rubro de la construcción privada y las amas de casa, que fueron consultados para el sondeo del BCH, mostraron montos promedio de ingresos mensuales de entre 5,237.1 y 1,481.5 dólares, en su orden, destinando en promedio 16.8% y 23.5% de su ingreso mensual al envío de remesas familiares.
Educación y trabajo de los migrantes
Las personas consultadas para el informe semestral en su mayoría dijeron haber terminado la educación media (36.4%), la educación primaria (25.4%), el plan básico (18.3%) y pregrado (10.7%). Apenas un 6% de los consultados, expresó tener un nivel incompleto de estudio académico en Honduras.
Los migrantes que laboran en comercio, hoteles y restaurantes denotan ingresos promedios mensuales de 2,289.2 dólares y 4,186.6 dólares, respectivamente. De sus ingresos, el 22% y el 15% los destinan para el envío de remesas.
La mayoría de los migrantes consultados indicó que tiene un empleo estable, otros no tanto, y la forma en que reciben su pago es semanal, quincenal y mensual.
Ese es el perfil del migrante hondureño que se está yendo del país. Muchos de ellos tienen más de 20 años de residir en el extranjero, otros entre 11 y 15 años de haberse ido, y los más recientes entre 6 a 10 años. Las edades promedio de los entrevistados es de 44 y 29 años, revela el informe. La consulta se hizo a un total de 503 personas entre el 8 y 11 de agosto de 2022, en las terminales aéreas de Palmerola, en Comayagua, y Ramón Villeda Morales, en San Pedro Sula.
Sueños divididos sobre el retorno
En cuanto al monto promedio mensual de remesas en efectivo que envían los migrantes, este es de 528.7 dólares, la mayoría de quienes mandan remesas son mujeres, pero son los hombres quienes envían los mayores flujos de dinero. De acuerdo a la información proporcionada por los hombres, estos envían un promedio mensual de 734.8 dólares, en tanto las mujeres 339.9 dólares.
¿En qué gastan sus ingresos los migrantes? Muchos de ellos destinan sus recursos al pago de vivienda, como prioridad, seguido de alimentación, pago de servicios como electricidad, agua y transporte, deudas y envío de remesas familiares. Para los migrantes que tienen un estatus no regularizado, el envío de remesas a sus familiares es una de sus principales prioridades.
En función de su vínculo familiar, los principales receptores de las remesas en efectivo que envían son sus madres, hermanos, hijos, cónyuges, último a quienes envían un monto más representativo de recursos de remesas.
Ahondando en el uso que dan a las remesas los receptores de las mismas, éstas se destinan mayormente a cubrir necesidades básicas como manutención, tratamientos médicos y educación. Otros para mejora o adquisición de un activo fijo, y los recursos que envían son la principal fuente de sustento para la mayoría de sus familiares. El envío de remesas lo hacen quincenal o mensualmente.
Los recursos de las remesas también son usados para recargas de teléfono, ropa y zapatos, aparatos de tecnología como celulares, computadoras y tabletas, entre otros, además de importación de vehículos.
Un dato relevante ofrecido por el informe del BCH se relaciona con las expectativas de los migrantes y el país, mostrando sueños divididos entre quienes anhelan retornar en un lapso de cinco años y los que no contemplan volver al país nunca.
Según el sondeo, un 37% de los consultados planea regresar de forma permanente a Honduras en un plazo promedio de cinco años, no obstante, el 39% de los consultados no tiene planes de regresar al país de forma definitiva y el resto no sabe, no respondió.
Los beneficiarios de las remesas de los migrantes, radican mayormente entre los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, Atlántida, Comayagua, Yoro, Valle, Olancho, y Santa Bárbara. Le siguen en el orden, Copán, El Paraíso, Colón y Choluteca, entre otros. De los 18 departamentos del país, 12 de ellos presentan fuertes flujos migratorios según los datos de la última encuesta semestral del Banco Central.
Muchos de estos departamentos tienen fuertes condiciones de inseguridad, violencia, desempleo, pobreza, además de estar en la franja de las zonas afectadas por los embates de la naturaleza a la llegada de cada invierno o de una fuerte sequía.