Los Ángeles – Los migrantes que buscan viajar a Estados Unidos sienten que no tienen más remedio que sumergirse en la desinformación rampante y peligrosa en las plataformas de redes sociales para escapar de la violencia o la pobreza extrema, reveló hoy un estudio publicado por la organización Campaign for Accountability (Campaña por la Rendición de Cuentas).
“En todo el mundo, las plataformas de Meta brindan información que las personas usan para tomar algunas de las decisiones más importantes de sus vidas”, dijo Michelle Kuppersmith, directora ejecutiva de Campaign for Accountability, agrupación no partidista de vigilancia que dirige el Tech Transparency Project (TTP).
“Al hablar con personas reales en el proceso de tomar esas decisiones, este estudio lleva las consecuencias de la desinformación más allá de compartir y gustar y se sumerge en las experiencias humanas reales de las fallas de moderación de Meta”, añadió.
El TTP reunió a un equipo de entrevistadores que habló con 200 migrantes, la mitad de ellos en Guatemala al comienzo de su viaje hacia el norte y la otra mitad en refugios justo al sur de la frontera entre Estados Unidos y México.
Los entrevistadores preguntaron a los migrantes cómo accedían a la información, las fuentes que usaban y en las que más confiaban; y cómo los rumores o la información errónea afectan sus vidas. También les pidieron nombrar cuentas, páginas o grupos específicos de redes sociales que seguían.
Descubrieron que los migrantes dependen en gran medida de Facebook y WhatsApp para obtener orientación sobre cómo llegar a Estados Unidos. Muchos dijeron que usaban las aplicaciones para comunicarse con otros migrantes u organizaciones de servicios sociales en las comunidades receptoras.
Otros habían usado las plataformas para conectarse con «coyotes» o contrabandistas que ayudan a los migrantes indocumentados a viajar a EE. UU.
Muchos migrantes también acogieron afirmaciones falsas hechas en línea, como la de que las fronteras están abiertas ahora que la pandemia de covid-19 ha disminuido, o que a las mujeres embarazadas se les permitió ingresar a EE.UU. sin documentación.
Otros expresaron una sensación general de que la migración era «más fácil» ahora, lo que no está respaldado por estadísticas oficiales u otras medidas.
Los analistas a menudo pudieron identificar los orígenes de estos rumores en las páginas de Facebook, los grupos de WhatsApp y otras redes sociales que los migrantes dijeron que eran en las que confiaban para obtener información.
En Facebook y WhatsApp, el TTP encontró decenas de publicaciones falsas y engañosas sobre cambios en la política estadounidense de inmigración, reglas especiales para padres y mujeres embarazadas o condiciones favorables a lo largo de la ruta migratoria.
Muchos expresaron su frustración porque era imposible distinguir los hechos de la información errónea en línea. Un encuestado dijo que «todos mienten o manipulan la información».
Pero muchos también dijeron sentir que no tienen más remedio que confiar en lo que leen y escuchan en las redes sociales.
“El dominio del mercado de Meta en América del Sur y Central es tan omnipresente que, para muchos, sus servicios son sinónimo de internet”, dijo Kuppersmith.
“Los migrantes con los que hablamos son muy conscientes de la peligrosa desinformación que existe en estas plataformas, pero la falta de opciones no les deja más remedio que confiar en lo que ven en Facebook y WhatsApp, lo que en muchos casos ha provocado un daño real”, acotó.