Tapachula (México) – Cerca de 4.000 migrantes, en su mayoría de Cuba y Centroamérica, protestaron este jueves en la frontera sur de México, en medio de una nueva oleada migratoria, para exigir al Instituto Nacional de Migración (INM) que les permita transitar hasta el límite con Estados Unidos.
“¡Queremos permisos, queremos permisos!”, gritaban los migrantes detrás de unas vallas metálicas en las oficinas de regularización migratoria del INM en Tapachula, frontera de México con Guatemala.
El hondureño Yovani Adonai García pidió al presidente de México, Andres Manuel López Obrador, que autorice este documento para salir de esta ciudad, donde llevan varados dos meses en medio de la violencia.
“Están secuestrando a las personas, se lo suplicamos, que nos ayude. Migración nos ignora, nosotros queremos cruzar México bien, venimos para que se supere la economía, pero que nos ayuden. ¿O qué quieren? ¿Que hagamos una caravana y que haya más muertos?”, expresó a EFE.
Ante la protesta, un agente del INM les avisó que en esa oficina solo atenderán trámites de regularización por razones humanitarias a quienes cumplan con los requisitos.
“No estamos expidiendo ningún salvoconducto o Forma Migratoria Múltiple (FMM) por 180 días”, les advirtió el oficial.
Una decena de elementos de seguridad privada y policías locales, además de las vallas, les impidieron el paso.
La cubana Mariana Pérez, quien llegó en esta ola migratoria a las oficinas del INM, afirmó que hay decenas de miles de cubanos varados en Tapachula y llegarán más.
“Nos tienen oprimidos, ya hay maltrato, nos traen de allá para acá. Tres días llevamos aquí en oficinas de Migración y otros en Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados), tenemos niños de meses, de dos años, hay mujeres embarazadas”, denunció.
Los migrantes protestaron toda la mañana bajo el sol sin respuesta de los agentes del INM.
La policía de Tapachula pidió a los manifestantes liberar el acceso que conduce a las oficinas de Migración y a la base de la Secretaría de Seguridad Pública.
Daladier Anzueto, coordinador regional de la Comar en Chiapas, afirmó que, tras una reunión de alto nivel, enviarían algunos vehículos para llevarlos a un lugar y otorgarles un documento para regularizar su estancia por 180 días.
Esto, argumentó, aliviaría la crisis tras la llegada de miles de personas a las oficinas.
México vive una nueva ola migratoria en las últimas semanas, como mostró la suspensión de 60 trenes de carga de la empresa Ferromex por la presencia de más de 4.000 migrantes en los carros y en las vías, y estampidas de miles de migrantes en las oficinas Comar en la frontera sur.
El presidente López Obrador responsabilizó este jueves a “las grandes potencias” y organismos internacionales del actual repunte migratorio.