Quito – Una delegación ecuatoriana viajó a México y EE.UU. para inspeccionar in situ el problema de la migración «riesgosa» e «irregular», que ha dejado decenas de víctimas este año, y estudiar formas conjuntas para luchar contra un coyoterismo (tráfico de migrantes) que genera «más de mil millones de dólares» desde enero.
«Ecuador está muy preocupado, y la Cancillería en particular, por los efectos de la migración riesgosa. En los últimos meses se ha incrementado el número de compatriotas que salen hacia México con miras a EE.UU. de manera irregular», dijo a Efe, antes de partir, el viceministro de Movilidad Humana, Luis Vayas Valdivieso, que encabeza la misión.
77.000 MIGRANTES SIN RETORNO
Se trata de la primera vez que un equipo del Ministerio se desplaza a los lugares por donde transita este flujo migratorio, con el fin no solo de establecer un diálogo con las autoridades de ambos países, sino también conocer cada uno los lugares por los que pasan los migrantes y las experiencias a las que quedan expuestos, entre ellas el coyoterismo (traficantes).
Según las cifras que baraja la Cancillería, se trata de unos «77.000 ecuatorianos» que viajaron a México este año y no han retornado.
«Esto ha creado varios problemas: Ciudadanos inadmitidos en territorio mexicano y ciudadanos que sí han cruzado los filtros de migración y han sido detenidos por autoridades mexicanas», destacó.
Esa situación ha generado «detenciones y deportaciones de ecuatorianos» desde ambos países.
Vayas recordó que el pasado 4 de septiembre México impuso la necesidad de visa para ecuatorianos que quieran entrar a su territorio, y el 20 de ese mismo mes lo hizo Guatemala, lo cual ha frenado algo el flujo pero creado otros problemas.
VÍAS ALTERNAS
«Han bajado más hacia Centroamérica, con recorridos más largos hasta llegar a México de manera irregular y cruzar a EE.UU.», apostilló.
El fenómeno de la migración irregular, y más aún la riesgosa, ha dejado una treintena de muertos ecuatorianos y dramáticas imágenes como las que en marzo conmocionaron al país, cuando una cámara en la frontera mexicano-estadounidense mostró el abandono de dos niñas ecuatorianas de 3 y 5 años lanzadas por traficantes por un muro de cuatro metros de altura, en el estado de Nuevo México.
EE.UU. deporta semanalmente a «alrededor de 120-130 ecuatorianos en vuelos» de retorno, pero la Cancillería quiere conocer todo el proceso de migración para «dialogar y coordinar acciones» que garanticen una devolución «segura» y «lo antes posible» de estos migrantes.
Y también encontrar soluciones a los problemas que generan el fenómeno, entre ellas, oportunidades en las zonas de las que provienen: «Casi el 70 % de la migración riesgosa irregular sale del sur de país, de las provincias Cañar y Azuay».
«Si bien el origen es la falta de empleo y pobreza, existen otras razones», asevera Vayas, que junto con otras instituciones de Gobierno trabaja en las «causas» y en las «propuestas», como algunos acuerdos con otros países para ofrecer «alternativas de migración regular» para becas, estudioso o planes temporales de trabajo.
TRAFICO ILÍCITO DE MIGRANTES Y TRATA DE PERSONAS
Otro vértice en el que trabaja la Cancillería, y que forma parte del viaje de esta misión, son los peligros del tráfico ilícito de migrantes y trata de personas.
«Solo en Ecuador calculamos que, en lo que va de 2021, se han lucrado con más de mil millones de dólares», calcula el viceministro sobre el alcance del fenómeno, teniendo en cuenta los que no han retornado, 77.000, y un precio de unos «15.000 dólares» por persona.
Y explica que se trata de un problema cambiante por la imposición de visas en México y Guatemala, que se presentan muchas veces como «agencias de viaje», y que «ofrecen sus servicios por América Latina».
«Damos prioridad a la atención (al migrante) y a ver las causas de esta migración irregular para frenarla, y también a la lucha contra estas bandas transnacionales trabajando con otras instituciones», concluyó el alto funcionario en declaraciones a Efe antes de iniciar el viaje.