Ciudad de México – Miles de personas migrantes, entre ellas menores de edad y mujeres embarazadas, viven estancados en asentamientos en condiciones insalubres y precarias en el sur de México, denunció este martes la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).

En medio de la nueva oleada migratoria, la asociación expuso en un comunicado que miles se encuentran varados en asentamientos en varias ciudades sin servicios básicos sanitarios, de agua o saneamiento, lo que afecta gravemente su salud.

“Ante el incremento del número de personas migrantes en las últimas semanas, MSF hace un llamado a redoblar los esfuerzos, tanto por parte de las autoridades como del resto de organizaciones, para cubrir las necesidades de los que están migrando”, indicó la ONG.

La organización explicó que está interviniendo en Viva México, localidad del estado de Chiapas, en un lugar en condiciones insalubres, una isla en medio de carreteras, al lado de un canal de agua sucia y donde las personas migrantes quedan estancadas durante días antes de seguir su trayecto.

“Allí hace falta más ayuda y el traslado de esta población a un lugar habitable en condiciones dignas”, explicó Gemma Domínguez, coordinadora de la organización en México.

El campamento en Viva México alberga una media diaria de alrededor de 600 migrantes que “malviven” allí entre cinco y diez días en promedio.

“Es importante que trabajemos coordinadamente, para que la respuesta sea más efectiva. Sabemos que esta situación se ha generado por un aumento en el número de personas migrantes que buscan bienestar y seguridad fuera de sus países, y todas las organizaciones e instituciones públicas debemos estar preparados”, afirmó Domínguez.

A lo largo del país hay más localidades en condiciones similares, consideró MSF, donde miles de personas migrantes viven en condiciones precarias e inhumanas.

Por esto, MSF analizará la expansión de sus actividades a estos otros lugares, para ofrecer asistencia médica y psicológica básica, como hacen en el campamento de Viva México.

México vive una nueva ola migratoria, como mostró la semana pasada la suspensión de 60 trenes de carga de la empresa Ferromex por la presencia de más de 4.000 migrantes en los carros y en las vías, manifestaciones, y estampidas de miles de migrantes en las oficinas de atención a refugiados en la frontera sur.

El pasado 18 de septiembre la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) reportó un incremento interanual del 30 % de enero a agosto de 2023, cuando registró casi 100.000 solicitudes, una situación que mantiene saturada la frontera sur.

Migrantes cubanos, haitianos y hondureños son los principales extranjeros que se han congregado en busca de asilo político en Tapachula, en el límite de México con Guatemala, donde la Comar lidia con irrupciones, grandes filas y la entrega de documentos con apoyo de la Guardia Nacional.