El Gobierno indica que se ha registrado un "aumento masivo en la migración familiar" y hay "nuevas regulaciones" sobre la custodia y cuidado de menores en custodia de Inmigración, que garantizan, en su opinión su bienestar. EFE/Paula Díaz/Archivo

Los Ángeles – Una menor guatemalteca que estaba bajo custodia del Gobierno de Estados Unidos tras ingresar sola al país murió ayer en un hospital de El Paso (Texas), donde era tratada por una condición médica preexistente, informó este martes la cadena CBS.

La migrante de 15 años estuvo hospitalizada desde mayo en una unidad de cuidados intensivos pediátricos en El Paso debido a una “enfermedad preexistente significativa”, según documentos enviados al Congreso para informar sobre el deceso, a los que tuvo acceso la televisora.

Los menores que ingresan solos a EE.UU. son puestos bajo la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que se encarga de su cuidado y reunificación con familiares.

La madre y el hermano de la niña estaban con ella al momento de su muerte, según los documentos citado por la televisora.

La muerte de la menor guatemalteca se da tras el deceso de un adolescente hondureño que estaba bajo custodia del HHS en un refugio de Florida el pasado 10 de mayo.

Las autoridades migratorias de Estados Unidos también han reportado la muerte de varios menores indocumentados que ingresaron con sus padres o tutores.

El 17 de junio un niño migrante de nueve años que viajaba con su madre y un hermano murió después de que la familia se perdiera en el desierto de Arizona y se quedara sin agua y comida.

Asimismo, una infante guatemalteca y su madre murieron ahogadas el 1 de julio en el fronterizo Río Grande en el área de Eagle Pass (Texas).

El 17 de mayo la niña panameña Anadith Danay Reyes Álvarez, de ocho años y quien sufría de anemia falciforme y un padecimiento cardiaco, murió bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en la instalación de Harlingen (Texas) destinada a retener migrantes con enfermedades contagiosas.

El caso generó protestas de activistas y defensores de los migrantes porque la madre de la niña solicitó varias veces que llevaran al hospital a la pequeña.