Trípoli- Al menos 11 personas murieron hoy al naufragar el bote neumático con el que pretendían cruzar el mar y llegar a Europa desde las playas de la ciudad libia Zawiya, uno de los trampolines de la migración irregular en el Mediterráneo Central, informó la Organización Internacional de las Migraciones.

Según el citado organismo, vinculado a la ONU, otras doce migrantes fueron rescatados por una patrulla de la Guardia Costera de Libia y retornados a puerto pese a ser considerado un país no seguro.

«La continua pérdida de vidas exige que se cambie la política actual hacia Libia y el Mediterráneo Central», la ruta migratoria más mortífera del mundo, agregó la OIM en un comunicado.

La agencia detalló, asimismo, que los rescatados recibieron los primeros auxilios en puerto antes de ser trasladados a centros de detención controlados por milicias, cuyas precarias condiciones son denunciadas de forma regular por organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre le terreno.

En los últimos cuatro días, unidades de la Guardia Costera libia han interceptado en el mar y devuelto «en caliente» a puerto a más de 200 migrantes mientras que barcos humanitarios que navegan en la zona como el «Ocean Viking» han rescato a un número similar.

UN PAIS NO SEGURO

La OIM denuncia que los migrantes sean devueltos a Libia pese a ser considerado un país «no seguro» por la violencia, la guerra, el comercio de personas, los abusos y la detención arbitraria que ocurre con regularidad en este territorio.

Desde que arrancara 2021, alrededor de 150 migrantes han muerto y otros 219 se encuentran desaparecidos en la ruta del Mediterráneo central.

Durante el mismo periodo, más de 6.000 personas han sido interceptadas y arrestadas por la Guardia Costera libia, un cuerpo formado en su mayoría por la Unión Europea y que está bajo la sospecha de distintas organizaciones humanitarias internacionales por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando de personas en esta ruta.

La misma organización revela que en 2020 cerca de 12.000 personas fueron devueltas al país norteafricano, 381 se ahogaron y 597 desaparecieron.

El pasado sábado, la OIM junto a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) exigieron a la comunidad internacional una acción «urgente» para impedir el creciente número de víctimas en el mar tras la muerte de 130 migrantes en el último naufragio ocurrido en el Mediterráneo central, el más grave desde principios de año.

La inacción de las autoridades de los países del Mediterráneo provocó la muerte de todos los ocupantes de la embarcación, que estuvo a la deriva durante dos días y que se encontraba repleta de refugiados e inmigrantes, denunció la OIM.